abril 24, 2024

Carlos Luis Zumbado Venegas: “El hombre más feliz de Belén”

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Don Carlos es un polifacético belemita que tiene como una de sus misiones en la vida hacer feliz a la gente.

Isabel Hernández González

Luis Eduardo Sánchez Quesada

redaccion@periodicoelguacho.com 

“Yo soy el hombre más feliz de Belén”, esa fue la primera frase que nos dijo don Carlos Luis Zumbado Venegas, nuestro personaje del mes. Un polifacético belemita que es coplero, trompetista, cantante, imitador, bailarín y constructor.

Tiene 77 años y está casado con Carmen María Sánchez Cerdas, con quien formó un hogar que considera “una bendición” y en el que hay mucho amor y buen trato. “Yo quiero mucho a mi esposa y a mis 9 hijos, esa es mi mayor fuente de felicidad”. Carlos colabora con los quehaceres del hogar y es un padre muy cariñoso.

De joven trabajó muchos años haciendo canoas y construcciones. Dentro de sus mayores obras destacan trabajos en la Iglesia de San Rafael y unos molederos que le elaboró a la Fábrica de Vidrios que anteriormente se ubicaba cerca del Polideportivo.

Siempre se ha alimentado muy bien con buen jugo de naranja y sopas, lo que le han permitido gozar de muy buena salud. A su edad no padece de nada y el único problema que ha tenido ha sido en la vista. Pero con los cuidados de sus seres queridos ha salido adelante.

Es seguidor de Heredia y era un reconocido trompetista de la agrupación María Delia. Desde que salía de su casa tocaba la trompeta para ir llamando a sus amistades, anunciándoles que jugaba Heredia. Además, menciona que es un “cantante de bus”, ya que cuando utiliza este medio de transporte siempre pide permiso al chofer y deleita al público con alguna canción.

“Me llevo mi casa” 

Este personaje traslado literalmente su casa en un camión. “Yo tenía una casa en un lote que no era mío. Y un día mi hermano Gabriel me dio la idea de trasladarla. Tenía una base hecha en block y el resto era de madera. Así empecé a ver la posibilidad de poder mover mi casa. Le pedí a “Tripa” quien tenía un camión que si me ayudaba y me conseguí un montón de amigos y formé una cuadrilla que me ayudara a jalar mi casa. De un pronto a otro logré reunir un montón de gente, saqué a la gente de todo lado, parecían hormigas. En la cantina de Lito Peraza todo mundo me decía que de donde había sacado tanta gente para poder trasladarla”.

Don Carlos guarda una pequeña maqueta hecha por su hijo Carlos de aquella singular anécdota: una casa de madera encima de un camión. Literalmente, movió su casa de su antiguo lote que se ubicaba cercano a donde hoy se encuentra El Lagar hasta su nuevo lote en las cercanías del ANDE. Aquella casa albergó momentos muy bellos como la crianza de sus hijos. Sin embargo, mucho tiempo después Carlos vendió esta casa, construyó una nueva y con ese dinero entre otras muchas cosas se fue a los Estados Unidos por un tiempo.

Esta es la representación de la casa que trasladó Carlos en un camión, elaborada por una de sus hijos
Esta es la representación de la casa que trasladó Carlos en un camión, elaborada por una de sus hijos

Coplas y rimas

Carlos tiene una gran habilidad para hacer coplas y rimas. Este encanto viene desde que estudiaba en la Escuela República de Argentina y un maestro le enseñó un poema, desde aquel momento quedó fascinado. “Yo trato de alegrar a la gente con las coplas y poemas que les digo, uno debe alegrar a la gente. Hace poco me pasó que me encontré en un supermercado a una señora bastante triste y yo con mis coplas le intenté alegrar el día, por lo menos le saqué una sonrisa a aquella señora”, relató.  

Y en este momento Carlos empezó a recitar: “Soy Carlos Zumbado y vivo por la línea del tren, toda la gente que está leyendo esto me cae muy bien”. “Feliz está la tierra y triste está la mar, para mí es un placer poder saludarla hoy, “De España vengo y para Cuba voy, fue un placer verla a usted hoy”.

Para finalizar, Don Carlos tiene un mensaje para los belemitas: “No hay que tener vergüenza de decir algo bonito, de hacer algo bueno, tenemos que ser más seguros y agradecidos. Hay que tratar muy bien a todos los seres humanos”.

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