El buen ambiente reinó en las elecciones municipales del 2 de febrero
Electores belemitas vivieron a lo grande la fiesta electoral.
Luis Sánchez Quesada
redaccion@periodicoelguacho.com
Los domingos, para varios belemitas, suelen ser días para levantarse tarde y quedarse un ratito más debajo de las cobijas, pero este pasado 2 de febrero, a muchos y muchas les tocó madrugar.
No era un día más, era un domingo de elegir, de votar, de ayudar a una de las democracias más sólidas del mundo. Era un domingo para participar, respetar y tolerar, pero sobre todo, disfrutar de la fiesta electoral.
El movimiento empezó antes de las 5:00 a.m. en las 3 escuelas públicas del cantón, donde se instalan las juntas electorales: España, en San Antonio; Fidel Chaves, en La Ribera; Manuel del Pilar Zumbado, en la Asunción; y se mantuvo hasta las 6:00 p.m., hora en que se cerraron las juntas receptoras.
Un fuerte viento acompañó a quienes madrugaron este día y luego el sol fue poco a poco aumentando, en la misma medida en que iba calentando el ambiente electoral.
La afluencia del público fue intermitente, pero en algunas aulas sí había que hacer fila para ingresar a votar. A las 6:00 a.m., pocos votantes y durante el día un buen movimiento, pero como es característico, después de las 4:00 p.m, empiezan “las carreras”, porque como buenos ticos todo lo dejamos para última hora.
Cada escuela tiene características peculiares, por ejemplo, en la España, el mayor atractivo, sin duda, alguna son los helados de sorbetera y era común escuchar: «Venir a votar y no comerse un helado de sorbetera es como no haber venido». En La Ribera, el elemento a destacar fue la algarabía, la música y hasta el baile que llenó de mucha alegría ambiente animado. En La Asunción, lo que más destacó fue ver la integración y participación de vecinos de Cariari en este distrito belemita.
A las 6:00 pm . se cerraron los centros de votación y empezó el nerviosismo, todos esperando los resultados que definirían la alcadía, regidurías, sindicaturas y concejalías de distrito para los próximos años.
Horas más tarde, los pitos de los carros y los gritos de los partidarios alertaban que ya habían ganadores y que era momento de celebrar para algunas agrupaciones y de reflexionar para otras.
Atrás quedan la madrugada, el hambre, el frío o la asoleada, es momento de que los elegidos empiecen a trabajar en construir un mejor cantón para todos y todas. Y como dice una muy conocida frase: «la amistad siempre debe prevalecer por encima de las diferencias partidarias».