noviembre 22, 2024

Gabelo Villegas, “mi obra más importante fue darle casa a los pobres”

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Gabelo Villegas junto con su descendencia, son 12 hermanos y al menos 80 nietos, bisnietos y demás.

  • Belemita trabajó sin descanso por su comunidad; todo un barrio es su legado.

Luis Zárate Alvarado.

Hablar con Gabelo Villegas González es realizar un recorrido de casi 100 años en la historia belemita y de nuestro país.

Su lúcida memoria aún recuerda aquel cantón de calles de piedra, de agricultores, de  gente humilde y  de carretas con bueyes.

Fue testigo y  protagonista de la construcción del barrio San Vicente y del levantamiento de la Iglesia Católica, tal como la conocemos hoy en día, obras gestadas por el Padre Chanito con la ayuda de este belemita y de muchos otros más.  

Sobre sus hombros descansan  96 años, .trabajador del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE),  de donde se pensiona hace 37 años, fue de aquellos  iceistas pioneros que forjaron las primeras plantas eléctricas.

Don Gabelo  fue parte de un departamento que se llamó “estudios básicos”, se desempeñó como topógrafo, de aquellos que no se graduaron  en una universidad sino entre los trillos de las montañas.

En cuanto a construcción de proyectos hidroeléctricos, laboro en la plantas electricas Río Macho, Arenal, Ventanas y Tapantí,   en su memoria aún viven anécdotas y aventuras de aquella época, “la montaña es fatal, hay que ver por donde pasan esas líneas de túneles”, comentó.

Nuestro Personaje del Mes nace el 20 de agosto de 1920, sus padres se llamaron Olivia González Villanea y Rafael Villegas Chaves, según recordó nació en La Guácima y fue bautizado en San Antonio,   desde muy temprana edad se pasó a  vivir a Potrerillos, posteriormente se radicó en San Antonio. Sus hermanas y hermanos son Ana Maria, Carlos, Juan Rafael, Eduardo y Luis.

Se casó con Lidia Villalobos Rodríguez, quien murió el 14 de diciembre del 2012, de este matrimonio de 60 años,  nacieron 12 retoños.  Marielos,   José Manuel, Francisco, Nuria, Juan Luis, Inés, Oscar, Sigifredo, Santiago, Soledad, Horacio y  Gerardo; todos de apellido Villegas Villalobos. Le siguen al menos 80 nietos, bisnietos.

Sociedad Vicentina

Fue por allá de 1960 cuando don Gabelo respondió el llamado del Padre Chanito, quien organizó un grupo  con el objetivo de darle  techo a los más necesitados de esta comunidad.

“Entonces  nosotros de “guevones” nos pusimos a ayudarle, hicimos un grupo, recogimos plata los domingos, y ahí íbamos ajustando para hacer los hogares, y así le dimos casas a los más pobres”, comentó.

Fue de esta manera que hicieron primero 15 viviendas, luego levantaron al menos 20 más, y de esa manera nació lo que hoy se conoce como barrio San Vicente

“Nosotros éramos miembros de la Sociedad Vicentina, todo el trabajo que nosotros hicimos fue dedicado a San Vicente, él fue que nos ayudó bastante”, afirmó.

Esta es una foto de la el grupo de los Vicentinos. del cual Gabelo Villegas formó parte.

Entre los integrantes de esa organización figuraron Román Delgado, Jose Delgado, Joaquin Venegas, Jose Angel Arias, Juan Rafael Villegas, Efrain Zumbado, Gabriel Zumbado, Ricardo Rodriguez, Juan Villalobos, Victor Manuel Arrieta, Ismael Soto y Felix Venegas.

Del Padre Chanito don Gabelo afirmó que mucha gente no lo quería, “era muy pelotas, muy metiche, en todo se metia, era una belleza trabajar con ese hombre,  se lo llevaron a Santa Ana y allí murió. Ese Padre fue el que evolucionó Belén”, agregó.

Don Gabelo afirmó sin duda alguna que el aporte más importante que ha hecho fue el de darle domicilio a los que lo requerían.

“Aún  están esas casas, compramos un terreno de más de una manzana, hicimos casas y también una iglesia, y eso aun esta ahi, para mi es la obra más importante porque directamente ayudamos a los pobres, ahí metimos gente que no tenían donde vivir, entre más hacíamos más pobres aparecían”, confesó.

El reloj de la parroquia

Otro de los legados es que supervisó de manera gratuita la construcción de las torres de la iglesia, que también fue iniciativa del Padre Chanito.

Don Gabelo  ostenta el título de ser de los muy pocos belemitas que durante muchos años se encargó de ajustar el reloj de la Iglesia de San Antonio, dijo que esto  lo aprendió cuando estaban los padres españoles.

Se trata de un mecanismo de pesas que deben ser arregladas en determinados momentos, labor que efectuó este belemita de manera desinteresadas y gratis.

Valores

Francisco Villegas, uno de sus retoños,  recuerda a su padre como un hombre de familia siempre responsable con su hogar, en donde se  enseñó la solidaridad, el trabajo, la honradez,  el respeto y el cariño.

“Nunca recuerdo a papá en algún acto de violencia contra nuestra madre, fue ejemplar en toda su vida, siempre nos inculcó la hermandad”, argumentó su hijo.  

Ahora Gabelo pasa sus días descansando en su casa, a un costado del bar El Sesteo,  junto con toda su familia, quizás añorando aquel Belén solidario y de trabajo comunal desinteresado que corre el riesgo de sólo pertenecer al pasado.

 

 

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