noviembre 23, 2024

 Tia_TereLos jóvenes integrantes del Periódico El Guacho me invitaron a escribir sobre el personaje de este mes. Con todo el honor, tengo el privilegio de compartir con la comunidad estas notas.

Teresa Murillo Castillo, conocida cariñosamente como la tía Tere, es hija de Don Manuel Murillo (Q.d.D.g) y Doña Inés Castillo González (Q.d.D.g). Era la menor de  la familia, integrada por 12 hermanos: Enrique, Zoila, Salomón, Antonia, Adelina, Otoniel, Luisa, Mariana, Ezequiel, Rosa Delia y Elvira, de los cuales el único en vida es Don Ezequiel Castillo, quien actualmente tiene 99 años: toda una trayectoria de lucha y trabajo comunal y una gran bendición para su familia y nuestro cantón.

La tía Tere fue una de esas personas que son enviadas como ángeles para cumplir un sueño en la tierra. Nació el 19 de marzo de 1923, en vida fue vecina de Barrio Calle Flores, realizó  sus estudios primarios en la Escuela España y su secundaria en el Instituto Pedagógico de Religión. En Medellín, Colombia, de 1951 a 1954, obtuvo su formación espiritual para la vida religiosa de la Orden de las Carmelitas Descalzas Misioneras. La tía Tere se desempeñó como profesora de Religión en varios centros educativos del país, hasta lograr ser jubilada del Magisterio Nacional en 1981.

Su vida estuvo dedicada al trabajo comunal y evangelización de indígenas en Talamanca, Limón en los años 1980 a 1986, esto con los padres paulinos Bernardo Koch y Bernardo Drugg.

En 1982 inicia un trabajo individual en La Reforma con menores delincuentes, posteriormente, integra a más belemitas que llevan la palabra de Dios, comida, juegos y diversión para los reclusos.

En el año 1984, con el Grupo Renovación Carismática, ayuda a los menores recluidos en el Centro de Jóvenes infractores Luis Felipe González Flores, en Tierra Blanca de Cartago, en donde tuvo la visión y motivación de luchar por la construcción un hogar para niños en riesgo social.

En el año 1985, organizan la fundación FUNDAPROMI, Fundación para la rehabilitación del menor infractor. En 1985 desarrolla dos proyectos denominados Puertas Abiertas, en Belén, y Casa Hogar en Guápiles, Pocosí. Estos proyectos tienen como objetivo promover la atención de las necesidades básicas de los niños y niñas en riesgo social y el desarrollo de sus potencialidades hasta los 16 años.

Dicha iniciativa surge para mostrar que muchos menores pueden cambiar el rumbo de sus vidas con un poco de ayuda, calor y comprensión. El trabajo no ha sido fácil, esta tarea está llena de dificultades como la discriminación y la indiferencia, como decía la Tía Tere…”si trabajáramos por el bien de los niños y la juventud, yo creo que no existiría tanta gente mala”.

Recurre a la ayuda de varios belemitas, como Don Víctor Víquez, Calixto Chaves y su señora Rosalidia Zamora, entre otros. Algunas empresas e instituciones ayudan económicamente para luchar con la pobreza de varios niños de La Ribera, La Asunción, El Futuro y B° La California, la pobreza no conoce fronteras.

No podemos plasmar en este espacio toda la riqueza social y espiritual que nos legó la tía Tere, pero si mostrar su huella, como decía el lama budista del Tíbet Tharthang Tulku. La tía Tere nos enseñó a ver a la otra gente como parte de nuestra propia vida: mientras más aprendo de los problemas de los demás, automáticamente, se desvanecen los míos, cuando damos  la compasión, ese sentimiento de amor no es un amor calculado, sino una amistad natural hacia los seres humanos, una sinceridad natural donde toda idea de egoísmo desaparece y cuando se procura el propio interés, todos los problemas se solucionan, ya no existe ningún problema individual.

En el año 2007, La Municipalidad de Belén le confiere la Orden Billo Sánchez por su aporte a la sociedad costarricense y a la comunidad belemita, postulación propuesta  por los vecinos de la Asociación Comité Pro mejoramiento Material y Cultural de Barrio Calle Flores. Tía Tere falleció el pasado 6 de julio del 2015, pero su recuerdo perdura en el pueblo que valora a su gente, su legado, su patrimonio histórico y social de la identidad belemita.

En este homenaje póstumo todo el equipo de El Guacho expresamos nuestras condolencias a su estimable familia.

 

Artículo  escrito por Manuel Ortiz, gracias a la colaboración de Juan Luis Mena y Oscar Balladares Chaves.

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