Belemitas no se salvan de lidiar con el desempleo en tiempos del coronavirus
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Procesos de reclutamiento congelados, poca oferta de empleo y mucha competencia son la tónica
Luis Eduardo Sánchez Quesada
redaccion@periodicoelguacho.com
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censo (I.N.E.C), el desempleo se ubica en 12,50%, porcentaje divulgado en la Encuesta Continua de Empleo, publicada en el mes de mayo del 2020. Estos datos aún no incluyen la totalidad de la afectación que ha causado la pandemia del coronavirus en nuestro país; sin embargo, el Instituto de Investigaciones en Ciencias Económicas de la Universidad de Costa Rica calcula que puede llegar a cerca del 24%..
Lamentablemente, en esta situación se encuentra una gran cantidad de belemitas. Enviar currículum, aplicar a puestos en plataformas digitales, asistir vía web a ferias de empleo y hasta rezarle novenas a San Pancracio, patrono del trabajo, son algunas de las actividades que realizan varios belemitas para intentar conseguir trabajo.
El Guacho logró conversar con 3 belemitas que actualmente están buscando empleo: Sofía, Ricardo y María; testimonios que ejemplifican las vivencias de cómo es lidiar con una pandemia de salud en condición de desempleo.
Sofía Núñez Núñez, vecina de La Ribera de Belén, madre soltera y con experiencia en centros de servicios de call center, acumula 9 meses sin encontrar trabajo. Fue cesada de su último puesto, ya que la empresa trasladó su operación fuera de Costa Rica.
«Yo todos los días procuro aplicar a un puesto, lo que pasa es que hay mucho oferente y poca oportunidad, con esto del coronavirus todo se vino a complicar aún más. Imagínense que un día de estos participé en un proceso al que llegaron 50 personas y sólo habían 3 puestos disponibles. Es muy duro competir», relató la joven.
Sobre como ha hecho para sobrevivir, Sofía menciona que: “Sin la ayuda de mis padres sería prácticamente imposible. Los primeros meses me mantuve con ahorros y la liquidación; sin embargo, los gastos siguen y la plata no alcanza”.
El segundo relato es de Ricardo Jiménez, quien trabajaba en una empresa hace más de 11 años. Pese a que es Licenciado en administración de empresas y cuenta con múltiples experiencias, tanto en compañías locales como transnacionales, esto no lo libró de pasar a engrosar las filas del desempleo.
«Yo era gerente de una empresa transnacional, lamentablemente, con la llegada de esta pandemia, un día nos citaron a una reunión y ahí informaron que iban a readecuar la operación y reducir la planilla. Lo que jamás me imaginé, es que yo iba a estar dentro de esos que iban a reducirle su puesto. Ese día fuimos despedidos alrededor de 40 personas. Es muy difícil quedarse sin ingresos de la noche a la mañana», relató Ricardo.
«He buscado opciones, pero en estos tiempos casi nadie está contratando.Los procesos de reclutamientos están congelados. Guardo la esperanza de que esto pase pronto y poder volverme a colocar, porque al igual que muchos otros, tengo una familia que mantener y gastos básicos que cubrir», comentó.
María Rodríguez Rodríguez, vecina de La Ribera, trabajaba en una soda y también relató la difícil situación que experimenta; ya que se quedó sin empleo, debido a las bajas ventas que experimentó el local que la empleaba. «Yo ya me venía temiendo el despido, ya que pasamos de vender entre 40 y 50 desayunos por día a casi vender nada en ciertos días y esta situación me dejó sin empleo. Es muy fácil decirle a la gente que se quede en casa, pero no saben cómo esas medidas afectan a negocios pequeños que dependemos casi en la totalidad de las compras que nos hace toda esa gente que sale a trabajar».
A pesar de las malas circunstancias, siempre hay alguien que la anima. «Una persona allegada me regaló la novena a San Pancracio, el patrono del trabajo, y yo la estoy rezando, para que nos ayude a reparar trabajos a tanta gente que lo necesita. La fe mueve montañas y ojalá sirva».
Ricardo, Sofía y María coincidieron en que apenas se estabilice un poco la situación sanitaria, lo que urge tanto a nivel local como nacional, es la creación de fuentes de empleo que les permita a las personas subsistir y costearse el pan de cada día.