Una canción para la lucha: el himno de una artista belemita en el Día Internacional de la Mujer

Joss Campos Campos en la presentación de su sencillo. Foto cortesía.
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La canción es una mezcla de música urbana.
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Canción se inspira en la historia colectiva de las mujeres, destacó Joss
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En el marco del Día Internacional de la Mujer, la artista belemita Joselyn Campos Campos, más conocida en el mundo artístico como Joss, decidió alzar la voz a través de la música, creando una canción que reflejara tanto su historia personal como la de muchas mujeres a lo largo del tiempo.
“Para escribir esta canción no solo me inspiré en mi historia, y el proceso que viví durante esta, sino en la historia colectiva de las mujeres y situaciones que la gran mayoría han vivido. Resonado durante la historia y la situación actual del país», comentó Campos.
Esta canción, que mezcla el género urbano con un poco de rap melódico, se convierte en un testimonio de lucha, resistencia y sororidad, resaltando las vivencias compartidas por generaciones de mujeres.
Joss busca transmitir un mensaje de fuerza y esperanza, recordando que “por medio del arte, la música, la pintura, la poesía, por medio de la voz y la mera existencia, las mujeres somos grandes y vistas”.
“Como mujer joven, muchas veces me sentí pequeña y pasada por alto. Tenemos un gran camino por seguir recorriendo, ese camino que las anteriores generaciones nos pavimentaron y el que nosotras dejaremos a las siguientes generaciones”, agregó, enviando un mensaje a las mujeres jóvenes del cantón.
“Ser mujer joven no define el volumen de nuestra voz o lo que vale nuestro mensaje y que juntas, apoyándonos, somos más fuertes ¡y a seguir en la lucha por nuestros derechos!”, argumentó la artista.
A partir de 2019, Joss decidió hacer música propia. Actualmente, tiene dos canciones en plataformas digitales y ha escrito muchas más. “Algunas que guardo en mi corazón y otras que espero que salgan eventualmente”, mencionó.
La artista belemita inició en la música desde muy pequeña. Estuvo en el coro del kínder y, gracias a su abuelo, quien amaba la música, realizó su primera presentación en vivo en primer grado de la escuela.