abril 24, 2024

Paola Ceccon: “cuando uno recibe tanto amor de un pueblo, simplemente necesita dar”

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Paola debió llevar múltiples cursos para poder ejercer como socorrista y conductora de ambulancia.

  • Paola es parte de la Cruz Roja desde hace más de 20 años

  • Ha sido rescatista, conductora de ambulancia y ha ocupado distintos puestos en la Junta Directiva

Isabel Hernández González

Isabel.hernandez@periodicoelguacho.com

Paola Ceccon es conocida en Belén por su apoyo a la Cruz Roja. Desde hace más de 20 años forma parte de la organización. Entre las tareas que asumió, ella fue socorrista, conductora de ambulancia y ha formado parte de la Junta Directiva desde hace varios años. Hoy ha decidido compartir con nosotros su historia.

Conociendo Belén

El amor por las tierras belemitas le llegó a Paola Ceccon gracias a su padre, Francesco Ceccon. Él vino a Costa Rica porque un amigo que, como él, fabricaba quesos, le pidió una asesoría. Lo primero que hicieron fue buscar el país en el mapa, sin imaginar el cambio que implicaría para sus vidas estas tierras.

Al llegar en 1984, Francesco quedó enamorado y, al poco tiempo, decidió venderlo todo en Italia, para venirse a vivir Belén.

En esa misma época, Paola estaba por casarse, y se vino de luna de miel para acá. Fueron en avioneta a las playas de Tamarindo y, a pesar de que el viaje estuvo un poco turbulento por el clima, tanto ella como su esposo quedaron encantados.

Al inicio, venían de vacaciones cada dos o tres meses, hasta que finalmente tomaron la decisión de quedarse a vivir aquí y colaborar con el negocio familiar: la fábrica Italconam, ubicada en Belén.

Empezaron alquilando una casita en San Antonio, la cual terminaron comprando. En Costa Rica nació su segundo hijo y el primero vino a vivir acá con tan solo un año de edad. 

Asociación Italiana de Mutuo Socorro

Paola recordó que, durante sus primeros años en Costa Rica, formó parte de la Asociación Italiana de Mutuo Socorro, en la cual le daban apoyo a aquellos inmigrantes italianos en el país que necesitaran ayuda. 

Solía ir con Rocío Agüero Salas, vecina de La Asunción, quien estaba casada con Giuseppe Grieco, un italiano dueño de la pizzería Peperoni; ya que ambas familias habían desarrollado una bonita amistad.

Por medio de la Asociación, ellas hacían labor social en las cárceles. Les ayudaban a los inmigrantes italianos que estaban presos a mantener comunicación con su familia en Italia. “Todos podemos cometer errores y para las familias era muy duro estar lejos y no poder hacer nada, entonces nosotros les ayudamos a comunicarse con ellos”. Paola recuerda que incluso Giuseppe Grieco les daba trabajo, para ayudarles a rehacer su vida.

Su camino en la Cruz Roja

Hace más de 20 años, luego de tener un pequeño accidente con su hijo menor, decidió tomar su primer curso de primeros auxilios, en la Cruz Roja. Después, la convencieron de ser socorrista, socorrista fiscal y conductora de ambulancia.

Sin embargo, empezó a sufrir ataques de pánico, por las escenas que debió presenciar. La afectaban, especialmente, los accidentes con niños involucrados “empezó a dolerme demasiado”, nos explicó; entonces, decidió ayudar desde la parte administrativa.

A pesar de que en este trabajo se ven muchas historias tristes; dos son las que más han afectado a Paola: una de ellas fue cuando atendieron a una señora con un ataque de epilepsia y sus hijos gritaban de forma desgarradora llamando a su mamá, mientras se la llevaba la ambulancia. La segunda fue un accidente que ocurrió cerca de la Escuela España.

A pesar de estas trágicas historias, para ella, lo más satisfactorio de su trabajo en la Cruz Roja es ver la gratitud en los ojos de las personas, cuando les ayuda en medio de una situación de crisis. “Me conmueve ver a personas que tienen muy poco y enfrentan una emergencia, me llena poder ayudarles. En esos casos, agradezco haber nacido en circunstancias tan favorables y tener la posibilidad de ayudar”.

Paola lamenta que cada día haya menos voluntarios a nivel nacional y le recuerda a los belemitas que pueden colaborar en distintas áreas, no se trata solo de ver escenas trágicas; quien quiera unirse a la causa, solo debe acercarse a las oficinas o llamar para pedir información sobre cómo ayudar.

Al preguntarle sobre cuál sería su mensaje para la comunidad, ella señaló que, en medio de la crisis sanitaria mundial, “la unión hace la fuerza” y que “hay saber escuchar los consejos de quien realmente sabe”, recomendó a los belemitas cuidarse y agradeció todo el amor que recibió del pueblo: “Cuando uno recibe tanto amor de un pueblo, simplemente necesita dar”.

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