abril 25, 2024

Los fieles católicos consideran a San Antonio de Padua un ejemplo de caridad y amor a los más necesitados. Fotografía cortesía de Flor Sánchez Zumbado.

  • Según la creencia, quienes le rezan consiguen pareja. 

Luis Eduardo Sánchez Quesada 

redaccion@periodicoelguacho.com 

La fe católica y la creencia popular le atribuyen a San Antonio de Padua, el Patrono de nuestro cantón, la habilidad para encontrar cosas perdidas y «reparar pareja». Según la tradición, esto ocurre sí usted le reza la novena en junio, mes en que se celebra esta santidad.

En la víspera de las Fiestas de San Antonio, empezaban a aparecer en la Iglesia «Las Rezadoras de la Novena», ellas rezaban la Novena de San Antonio a todos aquellos quienes ocupaban de una intersección del Patrono de Belén. 

También ofrecían varios Padre Nuestro con el fin de que aparecieran objetos perdidos: desde llaves y carteras hasta aquello que uno nunca se imaginaría como una «plancha de dientes» que había perdido un señor y que no tenía dinero para poder adquirir una nueva. 

A las “Rezadoras de la Novena” era muy fácil distinguirlas, ya que la gran mayoría usaban hábito, velo y a ninguna le faltaba un rosario, una estampita y la novena en mano.

También era común que alguna llevara una canasta con pan para repartirlo entre las personas que necesitaran, para honrar la fuerte inclinación por la ayuda a los más necesitados y la caridad que practicaba Antonio de Padua. 

«Las Rezadoras» hacían sus oraciones durante nueve días, culminando el día 13 de junio, fecha en la que se celebra el día de San Antonio y en la que se esperaba que surtiera efecto las peticiones realizadas

“Que me repare pareja”

Otro tipo de personas que acudía  a pedir ayuda al Santo Patrono, era quienes andaban en  busca de  pareja. Hay quienes ofrecían limosnas y prendían velas con tal de que esta santidad les acercara el amor verdadero. 

Por supuesto que en aquella época no había redes sociales ni mucho menos «apps para ligar», así que si uno quería conseguir pareja, lo mejor era ponerse a rezar.

Un ritual que recomendaban era poner a San Antonio de cabeza, ya que si usted no colocaba la imagen del Santo en esta posición “no funcionaba la petición”. Eso sí, había que tener cuidado que no lo observara un Sacerdote porque al ver alguna imagen del Santo Patrono de cabeza, era muy probable que le dieran una buena regañada, ya que algunos consideraban que voltear a un Santo en esa posición era una «falta de respeto».

Para aquella época, un belemita deseoso de encontrar pareja, le solicitó a varias de las «Rezadoras de la Novena» que le pidieran a San Antonio para que le “reparara pareja” y que ojalá fuera buena para el baile, esto para ir a sacarle brillo a la pista en el «Baile de Coronación» de las fiestas.

Atendiendo el llamado, iniciaron la Novena, rezaron los Padres Nuestros en honor a San Antonio, le ofrecieron una limosna a un pobre, compartieron pan con los necesitados y hasta  pusieron la imagen “de cabeza». 

Llegó el día y aquel belemita estaba ilusionado, pero también muy preocupado porque seguía sin conseguir pareja le fue a preguntar a las rezadoras que era lo que había sucedido ya que él seguía soltero y sin pretendientes. Una de ellas le contestó: «¡Ay papito! San Antonio hace milagros, pero para que a usted le consiga pareja, ocupábamos rezar la Novena como por 10 años seguidos a ver si acaso le repara alguien».

Otra de las rezadoras le dijo: “No pierda la fe San Antonio es el patrono de las causas que parecen perdidas”. Pasaron los años y aquel belemita hoy tiene una gran pareja y él le atribuye esto a San Antonio de Padua

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