Las Mujeres y la Política
Recientemente, la M.Sc. Xiomara Castro Chaves, profesora del Instituto de Estudios de la Mujer (IEM) de la Universidad Nacional, nos dejó una tarea: realizar un ensayo sobre los desafíos de la participación política de las mujeres en Costa Rica.
Esto me llevó a hacer una relectura de hechos, análisis de acciones y eventos por los que hemos pasado para poder llegar donde estamos hoy. Eso me devolvió a las décadas de los veinte y treinta, cuando las mujeres no podíamos elegir ni ser electas. Gracias a un grupo de valientes mujeres conscientes de la importancia de la participación nuestra en las elecciones políticas, dieron la lucha para lograr el sufragio femenino sin tener respuesta positiva, convencidas de que con la participación de las mujeres se puede construir una sociedad más igualitaria. Surge así, la Liga Feminista, un grupo de mujeres organizadas para atender los intereses específicos del género femenino.
Las fundadoras de este grupo tuvieron grandes desafíos y conflictos. Ellas enfrentaron los primeros pasos de pasar de lo privado a lo público, y ese derecho era irreconocible en esa época. Con gran esfuerzo y después de muchas luchas, se aprobó el sufragio femenino en el año 1949. Este hecho marcó el inicio de la participación política de las mujeres.
Casi cinco décadas después, mediante la sentencia No. 716-98 del 6 de febrero de 1998, la Sala IV avaló las cuotas de participación femenina. Este aval se realiza en virtud de un recurso de amparo declarado con lugar.
Este recurso se presenta por no postular ni nombrar, en el Consejo de Gobierno, a ninguna mujer dentro de la Junta Directiva de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (ARESEP). Con esto se logró que Mediante la Ley No.7653 del 28 de noviembre de 1996, se reformara el artículo 60 de nuestro Código Electoral, de manera que se obliga a los partidos políticos a incluir en sus estatutos, los mecanismos necesarios para asegurar la participación de las mujeres en un porcentaje del 40%. Lo que incluye ese 40% en la estructura partidaria, en las papeletas para los puestos de elección popular y en las delegaciones de las asambleas distritales, cantonales y provinciales.
Esta reforma permitió que la participación de las mujeres en Política fuera en ascenso; sin embargo, en el momento de la aplicación de esta norma fuimos sujeto de burla. Nos decían que estábamos en esos puestos solo porque se debía cumplir con un porcentaje, y trataron de minimizar nuestra participación diciendo que no estábamos capacitadas, que solo alcanzamos esos puestos para llenar la cuota y algunos partidos colocaban a las mujeres en puestos no elegibles.
Para el 2024, el Tribunal Supremo de Elecciones dispuso que se debe aplicar la paridad horizontal y vertical en todos los puestos, los uninominales y los plurinominales; y así, pasamos de la paridad vertical a la paridad horizontal en las recién elecciones municipales.
En este breve resumen de la historia de la participación política de las mujeres, nos damos cuenta que no ha sido fácil abrir espacios de participación política para las mujeres y, hoy en día, los desafíos están muy presentes a pesar de la normativa aprobada. En mi opinión hay un vacío en operativizar esas políticas y cubrir las necesidades reales de las mujeres. Dentro de esos desafíos podemos mencionar:
- La política históricamente ha sido atribuida a los hombres.
- Las mujeres han sido relegadas al ámbito privado en el cuidado del hogar, barrera que limita el empoderamiento de mujeres y niñas como lideresas.
- El difícil acceso a la educación y el ámbito laboral, no han sido realmente suficientes para que las mujeres se posicionen en el espacio público y en el proceso de toma de decisiones, limitando las oportunidades.
- La falta de recursos económicos para financiar una campaña política.
- Las dobles y triples jornadas que asumen las mujeres conllevan a que no les quede tiempo para la participación en política.
Si tropicalizamos este tema, en nuestro cantón, en los últimos años, la participación de las mujeres en la política ha ido en ascenso y es de satisfacción que en las recién pasadas elecciones municipales de los cuatro partidos tres postularon mujeres a la candidatura de la alcaldía y una mujer logró alcanzar esa investidura.
En el actual Concejo Municipal tenemos la representación de tres Regidoras Propietarias. Sin lugar a duda, es un desafío más, poner en práctica todos nuestros conocimientos y experiencia al servicio del cantón. Pero a la vez, estoy convencida de que nuestra naturaleza interna de hacer las cosas rectas, transparentes, justas y necesarias nos guiarán en la toma decisiones para continuar construyendo una sociedad más igualitaria y equitativa.