marzo 28, 2024

Por: Luis Zárate Alvarado

Regidor Municipal

 

El fútbol y la política se parece mucho;  desde los manejos un tanto oscuros que hacen sus dirigentes, hasta algunas metáforas o frases que se pueden usar en   ambos campos, tal como el título de esta columna de opinión.

La pelota es de tal equipo, la pelota la posee tal jugador; significa control, dominio.  En política podemos decir que la pelota está en posesión de determinada agrupación partidaria  para dejar constancia que ahora  el  mando lo tiene cierto grupo político.

Y eso es lo que precisamente está sucediendo en nuestro cantón; luego de la elección del nuevo directorio municipal,  la afirmación de que ahora la Unidad Social Cristiana (PUSC),  tiene bajo su dominio las riendas de la municipalidad  es válida.

Para que esto sucediera  se alinearon una serie de factores que valga la pena recapitular, el primero y básico, la victoria en febrero  resultados que les otorgó dos regidores municipales a la Unidad,  pero quizás lo más importante en esta suma es la anuencia del Partido Liberación Nacional de Belén de pactar con los mariachis.

Volviendo a la metáfora futbolera, en la Unidad han sabido jugar con dominio estos primeros 15 segundos de un partido que no es de 90 minutos, es de 4 años, muestra de eso es la manera en cómo el presidente municipal, Miguel Alfaro,  ha jugado las sesiones.

El señor presidente municipal ya lleva la agenda previamente consensuada con al menos 2 regidores de otros partidos, (Republicano y Liberación),   lo que conlleva que los temas son pocos discutidos, prácticamente no hay cuestionamientos gracias al silencio cómplice de muchos ediles.

A eso hay que sumar que hasta el momento no se han puesto sobre la mesa temas realmente “polémicos”, a lo sumo lo más duro ha sido el  archivo el Plan Regulador y la conformación de la Comisión del Plan Regulador,   en donde Belén Sostenible colocó a dos de sus miembros como representantes de la sociedad civil.

Ahora,  gracias a esta coyuntura aquella cantaleta de que, “el Concejo no me deja trabajar”, no será más que una frase gastada y propia del pasado, no hay excusa para no hacer las cosas.

Pero en este punto es necesario recordar algo, el Concejo Municipal no es una extensión de la oficina de la alcaldía y no  implica sumisión, llegado el momento, cuando el tema lo amerite,  se deberá echar mano del diálogo sano y la negociación respetuosa. Por el momento no queremos goles.

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