abril 20, 2024

Mamá Fela: una amante de los bailes folclóricos

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Mamá Fela en uno de los desfiles del 15 de setiembre

  • Un homenaje póstumo a esta amante de las tradiciones costarricenses 

Roberto Rodríguez Sánchez

Luis Eduardo Sánchez Quesada

redaccion@periodicoelguacho.com

A Rafaela Pérez Torres le decían Mamá Fela debido a que varios de sus nietos se crearon con ella. Oriunda de San Mateo pero hizo de Belén su hogar desde 1974 cuando se vino a vivir con su esposo a estas tierras.

Vivieron durante siete años cerca de la antigua arrocera, donde cuidaban una finca muy grande y en la que sus nietos disfrutaban de los árboles de jocote. Luego, se pasaron a vivir a Escobal.

Doña Rafaela era una persona muy querida por su familia y sus vecinos. Para sus hijos y nietos desempeñó un rol de madre muy amoroso.

Era una persona muy alegre que disfrutaba jugar bingos en cualquier lugar, se dedicaba principalmente a las labores domésticas y era una señora muy coqueta. No salía de su casa sin ir maquillada y bien peinada. Gracias a esta cualidad en muchas ocasiones la seleccionaban para participar en carrozas y actividades religiosas. 

Otra de las cualidades artísticas de Doña Rafaela era que cantaba muy bonito. Muchas personas le admiraban su tono de voz. Una de sus canciones favoritas era “Mañanitas de un querer”. 

En una ocasión participó en una recreación del nacimiento del niño Jesús en la que interpretó a la Virgen María, mientras que su esposo a San José.

La gran pasión de Doña Fela eran los bailes folclóricos y le inculcó a su familia a apreciar este arte que constituye un elemento fundamental de la cultura de nuestro país.

Desde que cumplió los 65 años, participó activamente del grupo de baile folclórico del Centro Diurno del Adulto Mayor. Ella disfrutaba cada 15 de setiembre desfilar junto a sus amigas mostrando los vuelos de sus enaguas típicas.

Para Mamá Fela era importante que las generaciones más jóvenes valoraran estas representaciones artísticas, ya que por medio de ellas se manifiestan los valores y la identidad del ser costarricense. 

Su familia la recuerda

Mamá Fela Formó una numerosa familia junto a su esposo compuesta por 9 hijos, 33 nietos, 40 bisnietos y 11 tataranietos. Producto de una falla en el corazón, Doña Fela pasó a mejor vida el 12 de diciembre del 2012.

En un momento de enfermedad de su esposo, la buena actitud de Doña Rafaela hacía que él pasara este tiempo con alegría, ya que ella le acompañaba con cantos y bailes que él seguía amenamente. “Al abuelo le encantaba mucho que le cantara, que lo cuidara”, comentó Jessenia Castillo Gutiérrez, una de las nietas.

“Para mí, ella siempre estará en el corazón de cada persona por el valor que transmitió”, relató.

Jessenia comentó una de las anécdotas que vivió con su abuela. “En el tiempo que estaba de moda la lambada, Mamá Fela se enojó conmigo porque la enagua que me regalaron era muy corta y no me permitió ponérmela, entonces la quemó”.

Además, en una oportunidad Mamá Fela debía maquillar a Jessenia; sin embargo, se excedió con la cantidad de base que debía poner a su nieta, lo que provocó que Jessenia captara muchas miradas por su extravagante maquillaje cuando salió a la calle. “¡Viera como quedé! ¡Cómo me quitaba yo eso!”, finalizó recordando a su abuela. 

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