El último salón de videojuegos de Belén
- Nitro Video Games sobrevive al paso del tiempo
Por: Ulises Araya Chaves
ulises.araya@periodicoelguacho.com
Los salones de videojuegos tuvieron su mayor auge, durante la década de los noventa y los primeros años del 2000. Estos se caracterizaban por ser salas grandes, donde había televisores con diversas consolas, que según la época podían ser: Super Nintendo, Nintendo 64, Play Station 1, 2 y luego 3 y 4, o los X Box y el X Box 360, entre otras.
En Belén sin embargo aún resiste al paso del tiempo el último salón de videojuegos del cantón, se trata de Nitro Video Games. Sus propietarios son los hermanos Alexander e Israel Sandoval Rodríguez, dos vecinos de Fátima, quienes en 1998, tras quedar desempleados, decidieron iniciar un negocio propio.
“Habíamos terminado de trabajar, nos habían dado las prestaciones, y teníamos que ver cómo subsistir. En aquel momento, Andy Murillo tenía una sala de video juegos aquí en Belén, yo le dije –Mirá mi estimado Andy, yo quisiera ponerme algo así, ¿dónde compro las máquinas? Él me dijo que había que comprarlas en Panamá y ponerles luego el chip de copias. Así lo hicimos, pusimos la “guaca” y nos trajimos las primeras máquinas y las instalamos en el primer local que rentamos, contiguo a la panadería El Maná, en barrio San Isidro”, recordó Alex.
Desde esos días, ya han pasado 21 años y los Nitro Video Games siguen en pie, hoy ubicados 50 metros al oeste de la Mutual Alajuela.
Si bien los hermanos Sandoval reconocen que la clientela no es la misma, afirman que todavía llegan personas a jugar: “la mejor época, sin duda, fue del 99 al 2008”, agregó Israel.
¿Cómo hacer para subsistir tantos años? El secreto de Nitro Video Games
Los hermanos Sandoval Rodríguez lo atribuyen a dos factores, por un lado, el trato personal caracterizado por la profesionalidad y la forma directa con que tratan con el cliente y, por otra, la diversificación de servicios.
Los Nitro incorporaron en sus servicios la reparación de equipo electrónico. Alexander se ha capacitado en esta materia y, por eso, hoy en su pequeño taller es posible ver gran cantidad de computadoras, celulares y, claramente, consolas de videojuegos que los clientes le llevan para reparar.
“Nitro Video Games significó la forma de salir adelante, nuestro trabajo, también la oportunidad de conocer a muchísimas personas; hacer amigos que un día vinieron a jugar siendo chiquillos y hoy vienen ya convertidos en padres de familia, profesionales con sus estudios, que aún nos traen computadoras para arreglar o para pedir recomendaciones de sus equipos audiovisuales”, finalizaron.