diciembre 25, 2024

De la promesa a la realidad: un teatro para Belén

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"Una iniciativa, durante la presidencia del Concejo por parte de don Desiderio Solano, entre 2014-2016, había aprobado, por el contrario, la adquisición de las instalaciones de marras para uso de las organizaciones culturales", mencionó Pérez. Foto: Francisco Rodríguez Oviedo.

"Una iniciativa, durante la presidencia del Concejo por parte de don Desiderio Solano, entre 2014-2016, había aprobado, por el contrario, la adquisición de las instalaciones de marras para uso de las organizaciones culturales", mencionó Pérez. Foto: Francisco Rodríguez Oviedo.

En fecha reciente, en el contexto de la aprobación de la compra de las instalaciones de la antigua “Fábrica de Vidrios” (contiguo al Polideportivo) para el Comité de Deportes, el Concejo Municipal acordó definir el diseño de sitio de un centro de artes en el lote adyacente a la Biblioteca Pública “Fabián Dobles” e incorporar una partida en el 2025 para la elaboración de los planos.  

Esto, aunque es una buena señal, indica el lugar secundario que ocupa el arte y la cultura en el ánimo municipal. Una iniciativa, durante la presidencia del Concejo por parte de don Desiderio Solano, entre 2014-2016, había aprobado, por el contrario, la adquisición de las instalaciones de marras para uso de las organizaciones culturales. El acuerdo, no obstante, fue consumido en el olvido de parte de la alcaldía de turno.

Los años han pasado y, a pesar de la carencia de tan importante infraestructura, las actividades culturales y artísticas han crecido en cantidad y calidad en el cantón. Las asociaciones de La Asunción y La Ribera, la Asociación Cultural El Guapinol, la Unidad de Cultural Municipal y distintos grupos artísticos han promovido y ejecutado de manera exitosa una agenda de actividades de calidad y compartida por una audiencia cada vez más numerosa. Empero, la justa petición de un centro de artes con su respectivo teatro sigue “durmiendo el sueño de los justos”.

En la segunda mitad del año en curso, entre otras, hemos tenido: en agosto la presentación de la obra de teatro “Justicia, ironía y otros sinsentidos” del grupo Telón Belemita; diversas actividades en setiembre mes de celebración de la Independencia Nacional; en octubre el Festival Internacional de Poesía con el poeta italiano Stefano Strazzabosco y la segunda edición de la compilación “El Portón de las Brujas”; en noviembre la presentación del “Musical Asunción Tierra de Encanto” y varios eventos de la naciente Orquesta Sinfónica Belemita y del Festival de las Artes Belemitas  del Colectivo Nacimiento. 

Estas actividades, pese a la dureza de los frentes fríos y tormentas lluviosas, las disfrutaron grupos numerosos de personas. Y en diciembre, vienen las actividades de cierre de los talleres y las relativas a la temporada navideña de las asociaciones y la Unidad de Cultura. Estos son hechos, no meras palabras.

De este despliegue cabe destacar. En primer lugar, los espacios utilizados para su realización no cumplen ni lejanamente con las condiciones infraestructurales ni técnicas para la apropiada presentación de obras artísticas. En segundo lugar, los entornos no disponen de zonas de parqueo ni de idoneidad ambiental por el exceso de ruidos y la carencia de la tranquilidad necesaria. 

Ya existe, con todas las limitaciones del caso, una población sensible a la apreciación de las obras artísticas y culturales que tiende a responder a las convocatorias y que, sin duda, puede crecer si se le ofrecen mejores condiciones. Finalmente, se puede afirmar, sin asomo de duda, que, en este cantón, existe un movimiento cultural y artístico con formación y experiencia suficiente para crear obras y ofrecer espectáculos de alta calidad que merecen ser reconocidos, divulgados y disfrutados por las audiencias comunitarias. 

En este reto de crear, montar, producir y ofertar espectáculos de calidad es indispensable tener la infraestructura que genere mayor atracción al tiempo que ponga a prueba las obras y sus creadores. Por tal razón, ya es hora de pasar de la promesa a la realidad. El Concejo Municipal y las autoridades administrativas de la Alcaldía deben de pagar esta deuda histórica. No puede ser posible que, por simple mezquindad, digamos “politiquera”, este cantón siga a la espera de un teatro o mejor así, de un centro de artes, con todas las condiciones para premiar el trabajo de cientos de artistas, cultores belemitas e invitados nacionales e internacionales. Esta postergación no tiene razón de ser ni puede ser sostenida en ningún razonamiento que no sea mera desidia y desconocimiento.

*El autor es catedrático pensionado de la Universidad Nacional y vecino de calle La Labor.

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