septiembre 6, 2024

Carlos González Villegas: luchador comunal con impronta vicentina

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Carlos es un comunalista y fiel creyente de la labor vicentina. Foto de Roberto Rodríguez Sánchez.

Carlos es un comunalista y fiel creyente de la labor vicentina. Foto de Roberto Rodríguez Sánchez.

Carlos Luis González Villegas nació hace 81 años en el centro de Santa Ana. Hijo de Onofre González Fuentes y Adelaida Villegas Soto, oriundos de la Asunción de Belén.
Durante parte de su niñez, Carlos vivió en Santa Ana, Ciudad Colón, San Isidro del General, hasta que Don Onofre enfermó y se tuvieron que devolver a Belén donde finalmente murió.
Ante esto, su hermano Victor tuvo que comenzar a trabajar en el campo, y alquiló una casa de adobe en La Asunción a 8 colones mensuales, un presupuesto bastante alto para la economía familiar.
A inicios de los cincuenta, la Asociación Vicentina, comandada por el cura Feliciano “Chanito” Álvarez, invitó a los hermanos González a formar parte de un proyecto de vivienda social que dio origen al Barrio San Vicente.
Si bien el proyecto ayudó a la familia de Carlos, este se vio obligado a dejar los estudios desde muy joven, para colaborar con la manutención de su familia y en conseguir una casa propia.
Durante su juventud trabajó en el campo, en construcción, en el Mercado Central, en las bananeras de la Zona Sur y la fábrica de la Numar. Gracias a ese esfuerzo, y con ayuda de sus hermanos, compraron un lote e hicieron dos casas en la cuesta que conecta a San Vicente con San Isidro, que les permitió a cada uno formar una familia.

Luchas por el mejoramiento de Barrio San Vicente

A los 13 años formó parte de la Juventud Obrera Católica, lo que contribuyó muy tempranamente a gestarle una pasión por el trabajo comunal.
En 1972, organizó un grupo de vecinos de San Vicente para formar la primera Junta Progresista de ese barrio desde donde se impulsó la construcción del primer Salón Comunal.
También, continuó con la promoción de compras de tanques de captación de agua o techos para aquellas familias que lo necesitaban. La mejora de la cañería y la electrificación del barrio fueron parte de las gestiones políticas que lideró para las mejoras del barrio.
Una de sus obras más destacadas a finales de los setenta fue la construcción del Parque Infantil. Para esto negoció la compra del cafetal aledaño con la familia Solano Moya, propietaria del inmueble, hizo las gestiones con el entonces ejecutivo municipal, Eladio Villegas, para que el municipio asumiera la compra.
Carlos fue parte de la Misión Católica que impulsó la construcción de la ermita y buscó crear un espacio para el desarrollo social y cultural del barrio. Además, formó parte del Comité de Seguridad Comunitaria y estuvo en la Junta Directiva que promovió la remodelación del Salón Comunal.

El mejoramiento del cantón

En los setenta Carlos formó parte de la Asociación de Desarrollo de San Antonio, donde fue uno de los impulsores de la creación de la Villa Billo Sánchez, en Escobal, para darle casa a familias de escasos recursos. Entre 3 o 4 familias fueron beneficiadas con esta gestión.
En la década de 1980, estuvo en la Junta Vecinal de Barrio San Isidro, donde ayudó al asfaltado de la calle, y a la ampliación del Salón Comunal, para lo que se compró un terreno a bajo precio a Juan Luna Villegas.
En estas épocas, también fue fundador de Coope Asunción y Coope Belemita, de donde salió por desacuerdos con la administración. Actualmente, sigue formando parte de COSEMA.
Además, formó parte de la Comisión de Salud que dio origen al EBAIS de Escobal y fue presidente de la Junta de Salud de Escobal.

Regidor Municipal

Carlos fue regidor el período 82-86 por el PLN donde ejerció como presidente municipal por 2 años y tuvo la presidencia de la Comisión Cultural y de la de Obras.
Adicionalmente, fue fundador de la Liga de Municipalidades de Heredia. Durante su gestión municipal, defendió un sobrante de agua potable del nacimiento de La Asunción que la Municipalidad de Alajuela pretendía embalsar para el beneficio de sus comunidades.
Asimismo, estuvo entre quienes lucharon por definir los límites Belén-Alajuela de manera favorable para Belén. Carlos, inició gestiones con el gobierno central para tal lucha, pero el Consejo Municipal siguiente no las continuó e hizo una negociación con la Municipalidad de Alajuela llamado el Acuerdo de las Catalinas, donde se estableció el límite de facto temporal que dejó una parte de barrios como San Vicente y La Labor en Alajuela, so pretexto de que había que ceder para limar las asperezas.
Para Carlos, este acuerdo puede ser negociado, nuevamente, en correspondencia con las voces de los vecinos afectados.

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