Algo sigue oliendo mal en el cobro de impuestos de Bienes Inmuebles en Belén
Julio González*
En relación con el editorial de diciembre 2018 “Algo huele mal con el cobro de bienes inmuebles “ publicado en el periódico El Guacho y como víctima del pago de bienes inmuebles abusivos promovidos decidida y omnipotentemente por el señor alcalde Horacio Alvarado Bogantes y sus abogados entonces como diputado y hoy con alcalde reelecto y posible candidato a la alcaldía nuevamente, a través de evaluadores de oficio contratados por él y del señor Hermis Murillo encargado de la Unidad de Bienes Inmuebles de la Municipalidad de Belén, único interprete y ejecutor del espíritu de las Leyes de Bienes Inmuebles y de Uso Agropecuario 9071 vigente desde el 2012 y de aplicación inmediata, mal negociador y todos ellos usurpadores del deber del Concejo Municipal en términos de resolver sobre la impugnación o reclamos de avalúos de oficio multimillonarios aprobados por la administración, impagables con una economía normal de microempresa, y que ellos mismos han resuelto en forma ilegal e indebida pues se convierten en jueces y parte según aclaración del Órgano de Normalización Técnica (ONT) del Ministerio de Hacienda órgano responsable de la aplicación del cobro de bienes inmuebles en Costa Rica.
El señor Hermis Murillo obediente al acatar directrices superiores ha afectado en el último quinquenio a muchos en el bolsillo, sangrando la estabilidad económica y paz familiar, y amenazando el derecho histórico de conservar la tierra a belemitas honestos y de trayectoria seria, herederos no solo de tierras sino de valores auténticos de trabajo agrícola de antepasados ejemplares , pues ellos mismos participaron y aprobaron la Ley de Bienes Inmuebles, en donde en uno de sus artículos se da a las Municipalidades el derecho de constituir hipoteca sobre propiedades libres toda una vida, por deudas impagables de bienes inmuebles generadas en el último “quinquenio Alvarado Bogantes”, con lo cual el procedimiento para determinar valores y establecer el de cobro de impuestos de bienes inmuebles de uso agropecuario se constituye en una poderosa herramienta de dominación política y de importantes elementos de confiscatoriedad sobre la propiedad privada.
Para que el lector se dé una idea, la base imponible que determina el pago de impuestos según la Plataforma de Valores por Zonas Homogéneas para los mismos dos terrenos de “nuestra” propiedad en Belén sometidos a valoración, según el avalúo realizado por el evaluador de oficio de la administración es de más de 600 millones de colones y con la Plataforma de Uso Agropecuario sería solamente de 8 millones por hectárea, una abismal diferencia a favor de la administración y en contra del propietario. Hay que aclarar que ambas plataformas son de aplicación obligatoria para la admiración municipal y quien ha decidido cual plataforma usar ha sido la Unidad de Bienes inmuebles con el apoyo decidido de la administración.
Muchísima importancia tiene el Concejo Municipal que hoy tiene claro gracias a consulta hecha a la ONT sobre su deber fundamental de resolución y fiscalización sobre denuncias de avalúos abusivos aprobados por el alcalde y que él mismo resuelve. El Concejo debe actuar y poner freno a medidas de la administración que atentan contra la propiedad privada, derecho fundamental y pilar de la paz social y económica en Costa Rica.
* Vecino y comerciante de La Asunción
Infórmese bien antes de hablar 🙂