Pintan mural en La Asunción como estrategia para prevenir la violencia
Redacción El Guacho
redaccion@periodicoelguacho.com
Un mural que evoca a la sana convivencia y el acercamiento que debe existir entre los cuerpos policiales y la comunidad le dio una nueva vida a una pared de la plaza de La Asunción que estaba sucia, oscura, llena de musgo y hollín.
El mural se pintó con la ayuda de un grupo de voluntarios y vecinos de la comunidad junto con miembros de la Fuerza Pública.
La decisión de pintarlo, en la esquina de la plaza de La Asunción, se tomó debido a que ese sector es una de las principales entradas al cantón y es por donde pasa la mayor cantidad de vehículos, según estudios realizados por la Municipalidad.
El mural es parte del proyecto Policía y Juventud ejecutado por la Fundación para la Paz y la Democracia (FUNPADEM), que pretende mejorar las capacidades de la fuerza pública y la policía municipal para acercarse a las comunidades, en especial a la juventud y la niñez.
El proyecto es financiado por la Embajada de los Estados Unidos y posee como contrapartes beneficiarias al Ministerio de Seguridad Pública y los gobiernos locales.
“Esto se realiza como una estrategia de prevención de la violencia. Si la policía llega a tener un nivel de confianza más alto con la comunidad, la seguridad ciudadana incrementa”, comentó Sara Castrillo, representante de FUNPADEM.
Aparte de Belén, el proyecto se desarrolla en 18 cantones de la Gran Área Metropolitana (GAM) de manera conjunta con el programa Sembremos Seguridad, la nueva estrategia del Ministerio de Seguridad Pública para prevenir la violencia.
“Las comunidades se escogieron según indicadores de criminalidad, violencia e inseguridad ciudadana. Se estudiaron y se decidió que tenían que intervenirse con urgencia las prioritarias para que la criminalidad no incrementara”, aseveró Castrillo.
El hecho de que Belén fuera seleccionado entre las 18 comunidades a intervenir se debe al alto consumo de drogas que se da en el cantón y a que hay percepciones negativas de parte de la comunidad hacia los miembros policiales.
Aunado a lo anterior, se determinó que el cantón puede incrementar su vulnerabilidad, debido a la existencia de comunidades poco seguras en su entorno.
“Como parte del proceso, se hicieron diálogos de prevención de la violencia. Se Sentaron a los jóvenes con la policía para ver cuáles son las percepciones que tienen estos sobre la policía y viceversa”, agregó Castrillo.
“Además, se realizaron mesas de trabajo para generar líneas de acción concretas para la policía y poder acercarse a la juventud y a la comunidad. Posteriormente, se harán talleres de capacitación sobre lo que se identificó. Sería un programa de 1 año que incluye 6 meses de capacitación y 6 meses de acompañamiento in situ”, finalizó.