Señor alcalde, ¿por qué no dejó trabajar a la comisión del edificio?
El alcalde frenó, mediante un veto, la conformación de una comisión creada con la finalidad de analizar a fondo el proyecto del nuevo edificio municipal. Una decisión que, dada sus implicaciones legales, va a frenar hasta por 6 meses, quizás menos, quizás más, cualquier avance de dicha iniciativa.
Ante esta actitud saltan algunas dudas, ¿por qué le es tan difícil al señor alcalde trabajar en equipo con el Concejo?, ¿por qué no permitió que esa comisión se crease y trabajara en los asuntos vinculados al edificio municipal, un proyecto que nos atañe a todos, desde funcionarios municipales, líderes comunales y a los belemitas en general?
La vida en democracia nos llama a disentir, tener diferencias de criterios, pero también nos invita a llegar a acuerdos en común y hasta ceder, acciones que permiten avanzar en los grandes proyectos que este cantón merece. Sin embargo, para nadie es un secreto que al alcalde se le dificulta esto, si tuviera esa habilidad negociadora no hubiéramos llegado al extremo del veto.
Por su parte, el Concejo Municipal ha reiterado su total anuencia a aportar al desarrollo de Belén, pero esa voluntad implica que se tome en cuenta las diferencias que tengan con la Administración, que se le dé explicaciones a tiempo, que se sostengan relaciones respetuosas y hasta permitirse espacios de negociación para todos y todas.
Señor Alcalde, ¿por qué no deja a la comisión del edificio trabajar, si lo que se pretende es mejorar la actual propuesta, con una infraestructura que nos represente como cantón y a menor costo? Si estas son las metas, la comisión hoy mismo debería de estar trabajando.
Lamentablemente, los grandes proyectos que necesita este cantón no avanzan por situaciones como estas. Ejemplo de ello, es la reestructuración municipal y la actualización del Plan Regulador: dos asuntos en los que ha sido imposible llegar a un acuerdo, cuando no hay ánimo de ceder posiciones en beneficio de la comunidad.
Costa Rica cambió. Nuestra democracia es multipartidaria, diversa en visiones de mundo, lo que nos obliga a mejorar la forma de hacer política, ya no desde posiciones egocéntricas, sino desde la llanura del diálogo, del consenso, del respeto y de los acuerdos cantonales.
Así como el nuevo presidente impulsa su “gobierno de unidad nacional”, es urgente que en Belén impulsemos un acuerdo municipal hacia la Costa Rica del Bicentenario, pero, según parece, eso solo se logra si renovamos la manera de hacer política, sobre todo, la manera en que los partidos políticos conviven y se relacionan.