La Gruta: brujas y vampiros
Entre 1492 y 1789 sucedió un fenómeno histórico en pueblos germánicos y anglosajones: la cacería de brujas. Miles de mujeres fueron ejecutadas por practicar “brujería”. Las acusaban de ejercer medicina, adivinación y alquimia. La cacería de brujas fue uno de los crímenes más detestables y la vergüenza más profunda de la civilización occidental.
“La Bruja” pasó de ser un calificativo para mujeres a las que se les tenía miedo a convertirse en un insulto misógino que se da a las mujeres que no se conforman con lo establecido, luchan por sus derechos y que no dependen de un hombre para salir adelante.
La destrucción de la naturaleza nunca es para bien. A la luz de la fe, muchos profetas coinciden en sus enseñanzas: la importancia del cuidado y la protección de la tierra. La Biblia en el salmo 115: “Los cielos le pertenecen al Señor, pero a la humanidad le ha dado la tierra”. Referencia a la responsabilidad del ser humano con el medio ambiente y su papel de cuidador. En el budismo la naturaleza no es algo externo al ser humano, sino parte de él y de su devoción, el islamismo prohíbe la contaminación del medio ambiente, con el fin de proteger y preservarlo, y así la lista continua.
El balance armónico entre los seres vivos y el entorno biológico debe ser prioridad para nuestro cantón. Con base al artículo 25 de la Declaración de Derechos Humanos “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar” Podemos afirmar que es un derecho humano la salud y el bienestar de las personas y no es posible sin la naturaleza.
Mismo como opinan de brujas, se escucha de vampiros ambientales, descritos como individuos que actúan a la sombra de sus intereses egoístas y populistas, caracterizados por masculinidades tóxicas, idolatría al dinero y al poder, fascinación excesiva por la destrucción del medio ambiente, cuenta cuentos de verdades a medias.
¿Hablaron con los vecinos de La Gruta? A nuestras puertas no tocaron, podríamos suponer temor. Hablar con una mujer sola, ávida lectora y con una residencia bien ubicada pone a temblar el falso “yo grandioso” de cualquier vampiro ambiental.
Cuando se omite la verdadera historia de La Gruta y silencian las voces de sus vecinos, es imposible afirmar que se habla en nombre de los habitantes de La Asunción.
Como escribe Francisco de Quevedo:
«Que pues doblón o sencillo
hace todo cuanto quiero, poderoso caballero
es don Dinero.»
*Egresada de Saint Margaret High School.
Bachiller en Educación Preescolar – UAM
Bachiller en Psicología – Universidad Politécnica Internacional.
Cursando Licenciatura en Psicología – Universidad Politécnica Internacional.
Egresada del TEC en Gerencia de proyectos.
Certificada en la Declaración Universal de Derechos – Jóvenes por los Derechos Humanos Costa Rica.
Certificada en Neuroanatomía – Consultoría de Desarrollo Humano y Psicología.
Certificada en alemán – Goethe-Zertifikat A1
Pasante en el Ministerio de Cultura y Juventud – Psicoeducación en temas de violencia de género, nuevas masculinidades, vínculos afectivos y Derechos Humanos desde el enfoque psicológico centrado en soluciones.
Vecina de Calle de la Gruta, La Asunción de Belén.