Enero, año 2024, tiempo de cosecha para Belén
La Asociación Cultural El Guapinol empieza el año 2024 cosechando los frutos de su trabajo sostenido, de su esfuerzo por abonar la cultura belemita con la simiente de la educación artística.
El miércoles 17 de enero en la develación de la fotografía del ilustre Fabián Dobles, oriundo del cantón y ahora benemérito de las letras patrias, una comitiva de la asociación llevó su propio homenaje póstumo al escritor y a su familia.
En el solemne evento que tuvo lugar en la Asamblea Legislativa, un músico joven, parte de los talentos que ya cosecha el programa de formación artística, interpretó su repertorio propio, es decir, su propia creación musical.
Se trata del joven José Daniel Cabezas Seravalli, de 14 años, quien tuvo la iniciativa de presentar sus composiciones “Huellas en la Arena” y “Segunda Sonata” en piano.
Daniel ha sido estudiante del programa de formación artística del Guapinol, al cual asiste semana a semana en la Casa de la Cultura, desde hace más de tres años. Su ejemplo de disciplina fue confirmado por el profesor de piano Luis Alonso Cabezas, quien suele recordar a sus estudiantes que el 80% del avance como intérpretes, se logra con el trabajo personal en casa.
El orgullo que hoy siente el pueblo de Belén por tener entre sus hijos predilectos a un grande de las letras como don Fabián Dobles, debe ir acompañado por la satisfacción de saber que cumple con la tarea de visibilizar el talento de las nuevas generaciones del cantón; así como, propiciar el desarrollo integral que aportan todas las disciplinas artísticas: la música, la danza, la pintura, el teatro y la escritura creativa.
Este esfuerzo sostenido ya da frutos sustanciosos, como el creciente virtuosísimo de Daniel o como la conformación de la Orquesta Sinfónica de Belén, que hace unos meses debutó, bajo la conducción del director Sergio Herrera. Esta iniciativa busca impactar a unos 60 jóvenes talentos del cantón, haciendo de ellos violinistas, percusionistas y flautistas, entre otras disciplinas musicales.
En tiempos inciertos, este esfuerzo sostenido y sus frutos ya palpables no deben pasar inadvertidos por la ciudadanía belemita. El mundo está aún sorteando los embates de una pandemia que dejó grandes retos a nivel de economía, salud mental y educación.
Ha pasado apenas un año desde la aparición de la Inteligencia artificial en la cotidianidad de los estudiantes y los profesionales del mundo entero, sin poder aún medir las consecuencias a nivel educativo o laboral. En medio de todo este panorama, Costa Rica vive los tiempos de mayor criminalidad en su historia, donde las calles amanecen manchadas de sangre.
Valorando esta compleja ecuación, nos resuena en el pecho la interrogante: ¿Cómo protegemos a las futuras generaciones? ¿De qué manera podemos asegurar el derecho de nuestra juventud a crecer integralmente y recibir las herramientas necesarias para encaminarse a un futuro de salud mental, espiritual y social?
Claramente, no hay respuesta fácil y mucho menos una lista de pasos a seguir.
Pero hay esperanza.
Belén cuenta con un programa de educación artística que camina de manera continua desde hace años, de la mano de tres asociaciones que junto con el apoyo del Gobierno Local, ofrecen opciones de aprendizaje multidisciplinario a los niños y las niñas. Opciones de expresión creativa para los adultos mayores y en general, promocionan el arte al punto de llegar a impactar directamente a cientos de familias, sin que su condición social sea la que dicta esta posibilidad.
Los profesores y las profesoras que conforman el equipo docente de la Asociación Cultural El Guapinol, siendo los encargados directos de enseñar y promover las distintas disciplinas, tienen en sus manos el devenir de las futuras generaciones de artistas de la comunidad. Muchos de ellos pasaron también por el programa de formación y de sensibilización artística del Guapinol, a lo largo de los treinta años que tiene de existencia. Ellos forman parte de los frutos de esa cosecha artística que el cantón puede ostentar hoy como suya y que debe continuar sembrando y cosechando orgullo para los belemitas.