mayo 1, 2024

El Guapinol: 30 años de trabajar por el arte y la cultura en Belén

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Pintura, baile, canto, manualidades son solo algunas de las disciplinas que ha impartido en el Guapinol en estos 30 años. Fotos aportadas por la Asociación Cultural El Guapinol.

Pintura, baile, canto, manualidades son solo algunas de las disciplinas que ha impartido en el Guapinol en estos 30 años. Fotos aportadas por la Asociación Cultural El Guapinol.

Ganadora en el 2018 del Premio Nacional de Gestión Cultural, otorgado por el Ministerio de Cultura, la Asociación Cultural El Guapinol ha beneficiado a más de 25 mil belemitas en los 30 años que lleva trabajando por el desarrollo artístico del cantón.

Conversamos con Juan Carlos Murillo Sánchez, quien fue el primer presidente de la Junta Directiva y es el actual Coordinador General, para conocer la historia y los aportes de El Guapinol al pueblo belemita.

Sus inicios

Los noventa fue una época en la que Belén estaba brillando gracias a los triunfos en los Juegos Nacionales. Simultáneamente, varias iniciativas artísticas se desarrollaban de forma individual en todos los distritos, por lo que el sector cultural vio la necesidad de crear una asociación que las promoviera y diera a conocer el talento artístico que se vislumbraba en más de un belemita.

El 15 de junio de 1993, se unieron belemitas como Juan Vianey González Ramírez, Norberto Salinas Olle, Sonia Arroyo Villalobos, Danilo Pérez Zumbado, Esmeralda Zamora Ulloa, Sigifredo Villegas Villalobos, Xinia Vargas Sánchez, Manuel Ortiz Arce, Ignacio Alejandro Zumbado Salas, Luis Humberto González Mora, Ricardo Martínez Ramírez, Ayda González González, Roberto Ramírez Ugalde, Patricia Zumbado Zumbado, Juan Carlos Murillo Sánchez, Sandra Rodríguez Sanabria y Jorge Arrieta Vega, para la quijotezca hazaña de crear la Asociación Cultural El Guapinol.

Este nombre se eligió en honor a otra organización también llamada El Guapinol que, en otro momento, también gestó diferentes proyectos para el cantón; no obstante, en este caso, se decidió resaltar la labor cultural y artística.

El primer gran trabajo que realizó la Asociación fue organizar la recaudación de fondos para la operación Aarón Cordero Cordero, un pequeño de 3 años, con un tumor maligno en el cerebro.

Luego de seis meses de constantes actividades, se sobrepasó la suma que se requería y entre todas las personas organizadoras canalizaron esa energía renovadora y esos recursos en la misma comunidad, a través de la organización de talleres artísticos.

Para el año 1994, se integró como parte del proyecto, el trabajo que Sandra Rodríguez Sanabria venía realizando en las escuelas públicas de sensibilización artística en estudiantes de preescolar.

“Las profesoras lo agradecieron mucho. Dentro de los requisitos que les pedía el Ministerio estaba este tipo de formación, pero ellas no tenían el conocimiento en danza o teatro, por lo que el proyecto fue muy bien recibido”, nos contó Rodríguez. “Yo incluso tengo estudiantes que viajaron y son bailarinas profesionales en el extranjero”, añadió.

Más adelante, se conversó con los directores de las escuelas para extender el proyecto y dar talleres a los niños y niñas más grandes, aprovechando la experiencia que algunos de los miembros habían tenido al implementar los Juegos Deportivos Escolares.

Los encargados de los centros educativos aceptaron con la condición de escoger las áreas específicas que se impartirían en las escuelas. Se empezó, entonces, a impartir clases de teatro, baile y escritura, los cuales continúan hasta la fecha.

Teatro El Nacimiento

En 1997, con motivo del cantonato, la Municipalidad le solicitó a la organización realizar una obra de teatro que relatara el origen del pueblo. Así nació “Potrerillos 1907”.

Como parte de los requisitos que pidió la Asociación para este trabajo, estaba la construcción de un espacio donde se pudiera presentar la obra y fue ese año en el que se inauguró el Teatro El Nacimiento, con el apoyo también de empresas como Pedregal e Intel. Más de 2000 belemitas fueron a ver la obra con la cual se estrenó el teatro.

Para este proyecto se contrató a José Chaves como director y se buscó el apoyo de varios grupos teatrales que existían en los tres distritos. A partir de este proyecto, surge más adelante el grupo Argamasa.

Luego de este momento, fueron múltiples las presentaciones que se hicieron en dicho lugar. Murillo recuerda que, en una ocasión, en un lapso de seis meses, se presentaron 36 espectáculos diferentes en un plazo aproximado de seis meses.

Miles de belemitas aprendieron a presentarse en un teatro y el público también demostró saber cómo comportarse ante una presentación artística.

En este periodo, el apoyo de la administración municipal fue contundente y se desarrollaron varias actividades: muestras pictóricas, presentaciones de los grupos escolares, se establecieron alianzas y convenios con otras agrupaciones, e incluso se llegó a replicar el modelo en otros lugares como La Aurora y Santa Ana.

Sin embargo, posteriormente, por orden de una nueva Administración Municipal, el teatro pasó a utilizarse como bodega y fue evidente como se redujo el apoyo a la cultura en Belén y, si bien, en la actualidad existe el proyecto de reactivar un espacio similar, la Asociación sigue sin espacio propio.

Festival Internacional de Poesía

En el 2001, El Guapinol fue una de las principales organizaciones a cargo del Festival Internacional de Poesía de Costa Rica, ya que Norberto Salinas Olle participaba en ambas organizaciones.

Belén fue, entonces, la primera sede de este evento. A partir de este momento, se establecieron contactos internacionales que permitieron a escritores belemitas compartir con escritores de talla internacional.

También, para conmemorar los 90 años del escritor Fabián Dobles, se creó un festival en su nombre en el 2008, que se nutrió del nuevo apogeo de la literatura, producto del Festival. Desde esa fecha, el Guapinol celebra el evento, primero cada año, y luego cada dos, con distintas obras desarrolladas en los talleres que son un homenaje a la trayectoria del escritor.

El Guapinol hizo parte a los adultos mayores de todas estas actividades y fue así como se detectó la necesidad de crear el Programa dirigido a esta población. Así, fue la primera organización cantonal que daba talleres de teatro, baile y cuento, manualidades y bordado, entre otros.

En el 2007, debido al centenario del cantón, se produjo la película “Potrerillos 1907”, donde cientos de belemitas actuaron; además se grabó el disco “Voces Belemitas”, donde se recopilaba el talento de grandes cantantes del cantón.

El Programa de Formación Artística

En el 2009, debido a que la Unidad de Cultura no daba abasto con los talleres artísticos que impartía, se realizó un convenio verbal en el cual las ADIs y El Guapinol asumían la gestión de los talleres artísticos y la Municipalidad aportaba el recurso económico, es así como nace el Programa de Formación Artística.

Es a partir de este momento, que se desarrollan grupos como el Ensamble Musical, el grupo de teatro Telón Belemita, el proyecto “Belén: Ruta muralista histórica”, entre otros. Los primeros pasos de grandes artistas belemitas se han dado aquí, y hoy se presentan en escenarios europeos, tocando piano, bailando, etc.

No obstante, debido a la reducción presupuestaria, en este 2023, algunas disciplinas tuvieron que cerrarse y el pueblo no ha encontrado cupo en algunas de las disciplinas, pues no se pueden abrir grupos nuevos.

En la actualidad

Para estos 30 años, la Asociación inaugura la Sinfónica Belemita. Este proyecto se ha gestado desde el 2022 y se ha conseguido el apoyo de empresas como Intel y Pedregal. El director, Sergio Herrera, es el hijo del fundador del Castella y se formó en Alemania. Emplea el método Susuki, y ya tuvieron su primera presentación.

Además, en el 2022 fue declarada de interés público por el Ministerio de Justicia y Paz, debido al gran recorrido y trabajo comunal de la Asociación, por lo que ahora las empresas pueden donar hasta el 10% de impuesto de la renta para El Guapinol. Con esta nueva opción para conseguir recursos, se espera que la Asociación se fortalezca en los próximos años.

Al preguntarle a Murillo sobre cuáles son los ingredientes para que este proyecto haya incluso ganado un premio nacional en gestión cultural, él mencionó la pasión y la constancia; el trabajo y esfuerzo de toda una comunidad por mostrar el talento y potencial del arte.

“En los talleres se crea un espacio de expresión, de solidaridad, de apoyo y unión, que trasciende. Se trata de que cada quien explore y desarrolle sus herramientas, quizás algunos lleguen a dedicarse al arte, pero el principal aporte es el calor humano y el aprecio por la cultura”.

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