Descontento detiene temporalmente aumento del recibo del agua

• Concejo Municipal acordó suspender entrada en vigencia de la nueva tarifa por dos meses 

• Falta de información a la comunidad y dudas sobre las tarifas fueron las razones expresadas para tomar la decisión

redaccion@periodicoelguacho.com

La nueva tarifa hídrica, con más de un 64% de aumento que debía entrar en vigencia este mes marzo y que se vería reflejada en los recibos a partir de abril, fue suspendida por el Concejo Municipal. 

El acuerdo tomado en la sesión 10-2022 del 15 de febrero postula “Suspender el cobro de la nueva tarifa del servicio de agua potable, por un plazo de 60 días naturales, hasta definir la nueva tarifa a aplicar, una vez establecida la nueva tarifa que corresponda, se harán los ajustes correspondientes a la facturación pendiente por el plazo de la suspensión’’. 

Esta decisión deberá publicarse en el diario oficial La Gaceta. Luego, la Comisión de Hacienda y Presupuesto deberá reunirse para establecer cuál será la forma más adecuada de actualizar la tarifa, que está sin modificaciones desde el 2012. 

El asesor legal del Concejo Municipal, Luis Álvarez, advirtió que, si el Concejo Municipal no logra llegar a un acuerdo en los 60 días pactados, el aumento de la tarifa entraría en vigencia definitivamente y se cobraría retroactivo en mayo los meses de marzo y abril. 

Descontento ciudadano 

Pese a que el acuerdo para aumentar la tarifa fue aprobado desde el 24 de agosto de 2021, a petición de la Administración Municipal, fue hasta el 8 de febrero que la comunidad se enteró del aumento tras una publicación realizada en la página de Facebook de la Municipalidad. 

Varios de los comentarios que hicieron los belemitas mostraban estupefacción, enojo e, inclusive, reprocharon el haber dado a conocer esta situación dos días después de la primera ronda de las elecciones nacionales.  

Asimismo, dos cartas con senda argumentación fueron remitidas al Concejo Municipal, una firmada por William Murillo, vecino de La Asunción y otra por, Alexander Porras, vecino de San Antonio. 

Ambas con diversos criterios, afirmaban que existían errores de cálculo en los márgenes de metros cúbicos de medición, en contraste con la tarifa vigente. En concreto, revelaban que había disminuciones porcentuales en el recibo a partir de grandes consumos de agua en contraste con lo que ocurre ahora, donde la fórmula establece que a mayor gasto más alto el recibo. 

Además, se cuestiona por qué usos como el industrial o de construcciones no recibieron aumentos y se quedaron iguales. Otro elemento planteado en ambas cartas fue la crítica por realizar el aumento de un solo golpe, y no de forma escalonada. 

Administración no dio a conocer el aumento cuando se le solicitó 

Parte de las justificaciones de las regidurías, incluidas las del partido oficialista, para suspender el aumento devino del incumplimiento por parte de la Administración de dar a conocer el estudio efectuado por ANC Consultores.

Según reseñaron los ediles, la Administración omitió el acuerdo tomado el 24 de abril que indicaba: “Solicitar a la Administración Municipal por medio de la Unidad de Comunicación, se realice una campaña de divulgación para que sea de conocimiento de la población de los tres distritos esto de previo a la audiencia pública”.

Parte de las revelaciones del estudio indican que, de no actualizarse la tarifa, el 2022 cerraría con pérdidas para el acueducto.

Por su parte, para la regidora María Antonia Castro, las regidurías fueron inducidas a error por parte de la consultora que realizó el estudio. Castro hizo esta afirmación basada en una consulta que no le fue contestada cuando se presentó el estudio. Concretamente, se cuestionó si la propuesta de tarifa estaría subvencionando otros usos, ante lo cual la respuesta habría sido dubitativa por parte de la consultora. 

¿Qué pasará?

Al cierre de edición no quedó claro si ya la comisión de hacienda y presupuesto, encargada de revisar las propuestas de Alexander Porras y William Murillo, se había reunido. 

Dicha comisión, además, tendrá la tarea de decidir si convierte el aumento en uno escalonado en el tiempo, y si readecuará los aumentos en función de los distintos tipos de usos que brinda el acueducto local.