abril 26, 2024

Crónica de cuando la inseguridad empezó a silenciar la cultura

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Imagen con fines ilustrativos.

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redaccion@periodicoelguacho.com 

La frustración, tristeza y preocupación que se siente cuando se desploma todo el esfuerzo propio en una noche rondaban en el pecho y la cabeza de Juan Carlos, Roberto y los demás integrantes del Comité Pro Orquesta Belén, desde que ese martes 21 de febrero de 2023 en la mañana les notificaron sobre el hurto. 

Con la autorización de la encargada de la Unidad de Cultura, Yendry Echeverría Cerdas, Juan Carlos pudo entrar despacio, con cautela, sin tocar nada, para valorar a la distancia las pérdidas. Su mirada se dirigió a la celda que servía de bodega y, con pesar, vio que ahí faltaban algunos de los violines que tan solo dos días atrás habían guardado con ilusión.

¿Se habrían llevado también los chelos, las flautas o el teclado? Antes de que el Organismo de Investigación Judicial explorara la escena, no podrían realmente saberlo.

Según el memorándum UC-023-2023, Yendry Echeverría Cerdas también le permitió a la encargada de la Rondalla Municipal hacer una valoración a “grosso modo” de las pérdidas y, en ese momento, se percataron que también a ellos les faltaban unas guitarras y el teclado. 

Luego de ese primer acercamiento, la Casa de la Cultura permaneció cerrada hasta horas de la tarde, cuando llegaron los agentes del OIJ a examinar la escena.

Más allá del valor monetario de lo que se llevaron, los instrumentos que ahí se guardaban representaban el esfuerzo de belemitas porque ese sentimiento de hermandad y paz que trasmite el arte llegara cada día a más personas del cantón, sin importar su edad, género, nacionalidad, color de piel o preferencia política.

En lugar de esta paz, en horas de la tarde, en la publicación de última hora, la población belemita mostraba un enojo evidente en redes sociales: ¿Cómo era posible que la policía municipal, ubicada a la par de la Casa de la Cultura, no hubiera atendido lo que sucedió, en el momento? ¿El sistema de cámaras de seguridad estaba siendo vigilado por alguien? ¿Por qué si ya se había reportado que el viento estaba abriendo la antigua puerta de la Casa de la Cultura no se tomaron medidas preventivas?

El miércoles 22 de febrero de 2023, finalmente, las organizaciones pudieron revisar con detenimiento los artículos de las bodegas. En el caso de El Guapinol, para los ladrones fue más difícil extraer los instrumentos de la bodega y, pese a que lograron sacar 3 violines, finalmente los dejaron olvidados en el suelo del edificio.

Una vez que recibieron la buena noticia, Roberto Murillo, presidente de El Guapinol, emitió un comunicado público, en nombre de la Junta Directiva, en el cual aclaraban lo que pasó, para que las personas que han contribuido con el proyecto de la sinfónica tuvieran la tranquilidad de que este sueño seguía en pie.

Por su parte, la Rondalla no corrió con la misma suerte: un teclado, un bajo eléctrico, una “mixer”, un requinto y tres guitarras fueron las pérdidas materiales, según se puede constatar en las actas municipales. 

Si bien buscamos las declaraciones de Damaris Vives, la encargada de la Rondalla, eligieron no dar declaraciones.

Las consecuencias para El Guapinol y la Rondalla van más allá del susto y las pérdidas materiales. Según se lee en el memorándum UC-023-2023, ni la Rondalla ni El Guapinol pueden guardar equipo en las instalaciones municipales. 

También se está restringiendo el uso de la Casa de la Cultura y, por ejemplo, la Orquesta aún está en la búsqueda de un espacio donde ensayar.

Desde el periódico, tratamos de contactar por medio de la Unidad de Comunicación, a la policía municipal, para obtener respuesta a las preguntas que cientos de belemitas se hacen sobre la seguridad, pero más de 15 días después no se brindó ninguna respuesta. 

Asimismo, se consultó a la Municipalidad, si la Unidad de Cultura le daría algún apoyo a la organización afectada, pero el silencio siguió reinando.

Según se lee en el memorándum, se está a la espera de un convenio escrito entre la Municipalidad y las organizaciones; pero hasta la fecha, el silencio ha sido la respuesta oficial a la opinión pública. 

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