Belén: haciendo comunidad
Yendry Delgado Aguilar*
Desde mis días en África, hace años ya, no tenía la inspiración de escribir sobre lo que vivo y siento, pero tras estos meses, y gracias a la oportunidad que me da este medio local, decido hacerlo.
Me llena profundamente la experiencia pasada en esta segunda ronda de las elecciones nacionales. Fue muy inspirador, que ante la situación de shock en la que quedamos después del 4 de febrero, rápidamente se dio una organización ciudadana y Belén no fue la excepción.
Participamos en el movimiento Coalición Belén, y fue inspirador ver a jóvenes y no tan jóvenes, reunidos un sábado de verano en el planché de Residencial Belén, gente de todos los colores y sabores, personas militantes de diferentes partidos políticos y otras que nunca han estado involucradas en política, empresarios y microempresarios, funcionarios públicos, colaboradores del sector privado; belemitas que algunos nos conocíamos de hace mucho y a otros los conocimos ese día.
Estuvimos belemitas que vivimos a orilla de calle y “belemitas importados”, como les digo a manera de broma a quienes viven en los condominios, pero estudian y trabajan fuera de Belén, por lo que hay pocas oportunidades para conocernos.
Este proceso ha sido rico en la generación de relaciones comunitarias, trabajo en equipo y poner a disposición del grupo los talentos personales: músicos, cantantes, actores y actrices de gran calidad que tenemos en nuestro querido cantón. Ellos animaban las actividades, que otro grupo planeaba compuesto por jóvenes profesionales (otro capital humano valiosísimo que tiene este cantón), quedé maravillada de ver tanto talento junto: “calidad de exportación”. Cada quien desde su área colaboraba en lo que podía con gran creatividad: plan estratégico, logística (sonido, toldos, refrigerios, volanteos, piquetes) para las actividades.
Hubo también personas que por sus apretadas agendas colaboraban económicamente, lo cual fue de gran ayuda. Personas adultas mayores se acercaron y nos dieron palabras de aliento y nos dijeron que sentían gran emoción al ver a la juventud comprometida, solidaria, involucrada en asuntos públicos y con sentido de comunidad. Así, cada semana nos reuníamos, hacíamos catarsis y cuando los ánimos bajaban por alguna noticia o encuesta, el apoyo del grupo fue importantísimo para seguir creyendo que sí se podían lograr los objetivos propuestos.
Un lema que aprendí estando en mi formación en España, antes de ir al Congo, fue: “Piense globalmente, actúe localmente” y lo compartí, para estar enfocados y sentir que en Belén lo podíamos lograr.
Participamos de charlas organizadas por el PAC donde estuvo la diputada electa por Heredia, doña Catalina Montero y el asesor económico José Francisco Pacheco. Aprendimos mucho sobre el problema fiscal del país, las propuestas y posibles soluciones y el por qué es tan complejo este tema, después de tres horas salimos con mucha claridad y con más criterio para opinar del tema y no solo repetir lo que dicen los demás.
Otra actividad que generó gran emoción fue la caravana, donde vimos a diferentes personas colaborando, embanderando los carros, poniendo globos, familias con niños y adultos mayores, felices de participar de la actividad, muy ordenada y bien orientada por los muchachos que iban en las motos.
Muchas noches después de las reuniones, luego de un día largo y cargado de actividades, antes de dormir, reflexionaba, contemplaba y me quedaba solo agradecer a la Vida por esta gran oportunidad.
La crisis es necesaria y de gran valor si logramos ponerla en perspectiva. Ante una situación que amenazaba la tranquilidad de un país, los belemitas pudimos demostrar una vez más de qué estamos hechos, poner nuestras diferencias de lado (aunque considero que es muy sano tenerlas, ya que en mis días fuera de Costa Rica aprendí que “en la diversidad está la riqueza” y eso se vio evidenciado) y colaborar cada quién desde su realidad, en su proceso de Vida, unidos por una meta común.
El día concreto finalmente llegó, después de una espera angustiante de semanas. Trabajar al lado de las personas que conforman el PAC en Belén también fue una gran oportunidad. Estar en el toldo ayudando a las personas a encontrar su mesa fue muy satisfactorio, poder saludar a la gente, a los vecinos de toda la vida y a los que ya no viven en Belén por diferentes razones y cruzar sonrisas y miradas cómplices, porque sabíamos que han sido tradicionalmente de otros grupos partidarios y verlos llegar a votar, también fue muy inspirador.
Saber que en La Ribera y en La Asunción desde muy temprano también estaban apoyando los demás miembros de La Coalición daba tranquilidad, porque finalmente llegaba el día y había que trabajar duro y con alegría.
Los resultados de este proceso ya son conocidos. Ahora tenemos un gran reto por delante, algo que me emociona porque veo a la gente con ganas de seguir participando y colaborando, compartiendo, debatiendo, analizando, siendo amigos… ¡haciendo comunidad!
Muchísimas gracias a todas las personas que de una u otra manera colaboraron en este proceso, nuestro al fin, pues es nuestro país, nuestra provincia, nuestro cantón, nuestro barrio.
*De profesión administradora de negocios con énfasis en mercadeo, de vocación emprendedora.