Alicia María Garita Ugalde: 40 años en la la dirección del Ojo de Agua
Todos en Belén conocemos el Ojo de Agua, hemos disfrutado de su agua limpia en el balneario y lo consideramos como parte íntegra de la vida de nuestro cantón. Sin embargo, pocas personas saben todo el esfuerzo que hay detrás de la administración del “Ojo”, desde su apertura todos los días para que las personas puedan disfrutarlo, lo que cuesta darle mantenimiento y las mejoras que poquito a poco se han venido dando con paso lento pero firme. En esta edición del Personaje del Mes hemos decidido contar la historia de Alicia María Garita Ugalde, quien ha sido parte de la administración del Ojo de Agua durante casi 40 años, primero en la soda y después en la administración total del balneario.
En una entrevista dada en exclusiva al Guacho, Alicia nos cuenta su histórica y cercana relación con el Ojo de Agua:
- “Me llamo Alicia María Garita Ugalde, nací en Miramar de Puntarenas y ahora vivo en Alajuela, frente al Colegio Vocacional Jesús Ocaña Rojas, pero me siento una orgullosa belemita porque la verdad esta ha sido mi casa desde que tengo memoria”.
¿Cuál fue la primera vez que conociste el Ojo de Agua?
- “La primera vez que vine al Ojo de Agua tenía 18 años y vine con mi mamá y mis hermanos al balneario, yo venía de una cuna pobre y lo único que nos alcanzaba era llevar unos sándwiches de mortadela para compartir en familia; desde entonces cuando vi el restaurante del Ojo les dije a mi familia que algún día ese restaurante iba a ser mío pero mis hermanos se burlaron de mí”.
¿En qué momento tuviste la idea de administrar la soda del balneario?
- “Desde muy joven me involucré con la administración de soditas y negocios de comida pequeños; recuerdo todavía cuando obtuve el permiso del Ministerio de Hacienda para administrar la sodita de la Aduana cuando estaba en Las Cañas, ese fue mi primer incursión en este tipo de negocios, de ahí luego tomé la soda de la Corte en Alajuela y luego llegué a la de la Clínica, ya tenía algo de experiencia. También administré la soda de varios colegios en Alajuela y a la vez manejaba un barcito.
Luego apareció la licitación de la soda del Ojo de Agua y participé con una fe enorme en Dios sobre todas las cosas esperando que fuera a ganarla, recuerdo que participaron pesos pesados, llegaron unos chinos, también participaron los administradores de la Princesa Marina y hasta el administrador de la soda de la Asamblea Legislativa, yo me sentía chiquitita a la par. Recuerdo que llamé a mi mamá de un teléfono público y le dije que de seguro iba a perder porque había mucha gente de peso participando y cuando poco a poco iban el INCOP iba presentando la oferta de cada uno de los licitantes, recuerdo que yo era la participante once de los trece que participaron. Recuerdo que ofrecí 125 mil colones para el verano y también 125 mil colones para el invierno y fue la oferta más alta de entre todas las que participaron y ahí supe que había ganado esa licitación allá en el año 1988. Lloré de los nervios y de la emoción a la misma vez esa tarde.”
¿Cómo fueron tus primeros momentos en la administración de la soda del balneario del Ojo de Agua?
- “Cuando llegué al lugar me di cuenta que el anterior concesionario había arrancado el cableado subterráneo y entonces me tocó llamar a un señor Luna muy conocido y querido en Belén que me recomendaron para que me ayudara con ese trabajo eléctrico, para pagarlo hasta tuve que embargar una casita que tenía. Este trabajo lo estábamos haciendo el 11 de setiembre de 1988 y yo tenía que empezar a trabajar el 13, solo dos días después, recuerdo que entre los nervios me decía a mí misma que si no me convenía el trabajo seguro me iba a tirar ahí al lago del Ojo de Agua pero por dicha pude salir adelante, yo le tengo un gran amor a este lugar y di todo de mí para salir adelante.”
¿Qué diferencia hay entre el Ojo de Agua de aquel entonces y el actual?
- “En aquel entonces al Ojo de Agua por día iban unas 600-700 personas y podían ser hasta 1000 personas en domingo. Pero ahora como las empresas, las cooperativas y otras asociaciones tienen sus propios clubes privados, entonces utilizan esas fincas y se ha perdido mucho la llegada de mucha gente al Ojo de Agua. En términos de presupuesto ya no es como solía ser, este negocio no es para hacer plata, sino para quien de verdad ama el lugar. Siempre los precios han sido para que la gente pueda venir a disfrutarlo por eso se mantiene un costo bajo de entrada, en ningún lugar del país para ingresar a una finca como el Ojo le van a cobrar 2000 colones, es así para que la gente lo pueda disfrutar.”
¿Para usted qué es lo más difícil que les ha tocado con la administración del Balneario?
- “De toda mi carrera el momento más difícil que enfrentamos fue la pandemia, recuerdo que el 19 de marzo del 2020 el Ministerio de Salud nos mandó a cerrar todo por completo a partir del día siguiente y no teníamos un plan de qué hacer en ese entonces. Fueron meses muy difíciles, casi que todo el 2020 y el 2021 nos tocó tener cerrado pero como teníamos que seguir pagándole a la seguridad, limpieza de piscinas, la luz y todo eso, tuve que dedicarme a vender comida para poder salir adelante en mi casa y con los costos de mantener el balneario. Ya después nos permitieron abrir, primero las áreas deportivas con mascarilla, luego abrimos una por una las piscinas para que la gente pudiera bañarse pero con distanciamiento. Eso fue lo más duro que tuve que enfrentar.”
¿Y de todos estos años qué es lo lo más satisfactorio que ha hecho, o de qué está más orgullosa que han hecho aquí en el Ojo de Agua?
- Para mí lo más satisfactorio es ver cómo ha ido mejorando la infraestructura poquito a poco, cada granito de arena que aportamos al balneario cuenta y se nota la diferencia. Siento que la gente no comprende muy bien el enorme costo de mantener el lugar y a la vez hacerle las mejoras que necesita, a veces la gente comenta que está abandonado, que le faltan hacer mejoras, pero es que eso se da poquito a poco cuando el presupuesto alcanza para ir cambiando las cosas, ahí vamos resolviendo lo que se puede hacer de momento y en todos estos años el cambio ha sido muy grande y me siento orgullosa de eso.”
Tal vez para finalizar, ¿qué mensaje le darías a la gente de belén?
- “Yo le diría a la gente de Belén que es un pueblo de los más privilegiados de Costa Rica con un Ojo de Agua que emana agua de manantial milagrosa y curativa, algo que ya no se ve en otros lugares con un precio tan bajo para entrar y venir a refrescarse en la cascada de esta agua tan rica llena de minerales que bajan de las montañas. Me gustaría que pudiéramos hacer más actividades para que la gente venga, como conciertos en el día, así con un poco más de presupuesto podríamos invertir en cosas muy bonitas, mejorar las piscinas hasta poner un honguito que eche agua, cositas así que se pueden hacer pero vamos poquito a poco haciendo lo que está en nuestro alcance. Yo tengo el sueño después de estos 40 años que he estado aquí de poder hacerlo todavía mejor.”