Entre Ojo de Agua, Pozas y Puente Mulas
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Una reseña sobre algunos de los sitios turísticos belemitas más visitados en época de vacaciones hace algunos años
Luis Eduardo Sánchez Quesada
redaccion@periodicoelguacho.com
Recién daba inicio el verano de aquellas épocas y los belemitas empezaban a salir a disfrutar de sus vacaciones. Los que quizá tenían mayor poder adquisitivo salían del cantón. Su rumbo estaba principalmente en las zonas costeras de nuestro país, siendo Puntarenas el destino más visitado. No faltaba quienes fueran más allá: Jacó, Quepos y hasta Guanacaste.
Para los que se quedaban en Belén, también habían sitios en nuestro cantón por visitar. Dentro de la lista de esos lugares destacan balnearios, pozas y hasta «Puente de Mulas».
Ojo de Agua
Uno de los destinos más gustados, sin duda alguna, era el Balneario Ojo de Agua o «La Fuente», como se le decía en aquellas épocas. De una forma más popular, era común escuchar que las personas para referirse a este sitio decían: ¡Jale al Guacho! Todos acudían a darse un buen chapuzón. En este sitio se encontraba desde el clavadista más experto hasta el más improvisado, aquel que cuando se clavaba lo que se llevaba era un panzazo.
En las afueras se hacían filas interminables y no faltaba quien se las ingeniaba para colarse en la fila. Había otros «más jugados» que se colaban por el sector de Calle La Labor, saltándose alguna cerca o portón para poder ingresar porque «no había dinero ni para la entrada».
A la hora del almuerzo aquello era un deleite culinario: aparecían las ollas con arroz con pollo, papas tostadas, ensalada rusa, gallo de huevo duro y hasta las infaltables latas de atún con galletas. Un manjar que aplacaba hasta el más hambriento.
De Poza en Poza
Otro de los destinos muy visitados en aquella época para darse un chapuzón a «más bajo costo» era a algunas de las tantas pozas que los belemitas tenían identificadas.
Dentro de las cuales se pueden mencionar: El Salto en el río Bermúdez. La del Pirata y La Poza Azul en el río Virilla. En la Quebrada Seca destacaban El Tragadero, La Langosta y el Goyo.
Quienes frecuentaban las pozas decían que: «Aquí en las pozas es donde realmente se forman los verdaderos nadadores. En una piscina se tira cualquiera pero en una poza solo el que sabe».
Puente Mulas
Otro destino muy cotizado y visitado por los belemitas en las vacaciones era Puente Mulas. Un sitio de una gran relevancia histórica y arquitectónica no sólo para nuestro cantón sino también para el país.
Parecía que había horarios de mayor visitación al lugar: en las mañanas cuando empezaba a calentar el sol y después del almuerzo cuando la tarde empezaba a entrar. Acá se pasaba el día, el disfrute estaba garantizado. Dentro de los visitantes, no faltaban aquellos que con datos y conocimiento de causa, le explicaban a los más jóvenes toda la riqueza histórica y arquitectónica que tiene esta obra.
En aquel verano, un belemita, intentando sorprender a sus amigos josefinos, les comentó sobre este sitio y les tendió una cordial invitación a visitar este lugar. Planearon el paseo y los josefinos vinieron a Belén para por fin explorar tan encantador sitio. Sin embargo, cuando iban de camino al lugar uno de los visitantes preguntó: “¿Cómo es que se llama el lugar al que vamos? Y el belemita orgulloso y con el pecho inflado contestó: ¡Vamos para Puente Mulas! Y de pronto se escuchó un grito: ¡Qué es lo que le pasa! Acaso se ha vuelto loco usted ¿Cómo se le ocurre que usted nos va a llevar a pasear por un puente donde lo que pasan son Mulas? ¿Qué es que nos vio caras de eso o qué?”
Y aquel belemita se soltó a reír incontrolablemente. Pese a aquella confusión, cuando llegaron al lugar y les explicaron la trascendencia del sitio y del por qué de su nombre, aquellos josefinos se tranquilizaron. “¡Sin duda alguna este es uno de los sitios más bellos que hemos conocido!”, mencionaron los josefinos.
El balneario Ojo de Agua, las Pozas y Puente Mulas, eran solo algunos de los muchos sitios turísticos que visitaban los belemitas para pasar unas amenas vacaciones, pero indudablemente había muchos otros lugares por visitar. ¿Recuerda usted los sitios que visitaba en Belén cuando estaba de vacaciones? ¿Será este el momento de regresar?