Algo huele mal con el cobro de bienes inmuebles
La reciente exposición en el Concejo Municipal del Órgano de Normalización Técnica (ONT), institución adscrita al Ministerio de Hacienda creado por la Ley de Impuesto sobre Bienes Inmuebles N° 7509, nos dejó a las y los belemitas una serie de inquietudes sobre la manera arbitraria en que, pareciera que la Unidad de Bienes Inmuebles de la Municipalidad se dedica a cobrar estos impuestos.
Dentro de lo mencionado, la ONT aclaró un tema que ha sido manzana de la discordia desde hace más de cinco años por parte de algunos contribuyentes. Desde que se modificó la tabla de valores para los cobros de dicho impuesto, aparentemente, han existido casos de arbitrariedades a la hora de conceder las rebajas que un contribuyente puede solicitar por la “afectación” de un terreno (vulnerabilidad hídrica o una zona de protección), o bien, por tener un uso agropecuario de la tierra, es decir, por tener animales de granja o por tener sembradíos de productos agrícolas; para ambos casos, la ONT señaló que es obligación por parte de la Municipalidad el realizar las rebajas pertinentes que demanda la ley cuando la tierra se encuentre en ese uso.
El problema es que no son pocos los vecinos que alegan cobros desmedidos y rechazos de solicitudes de rebajas por dichos conceptos. Como exponemos en esta edición, las quejas son numerosas y critican el que la Unidad de Bienes Inmuebles no esté desempeñando con justicia la fiscalización y resoluciones emitidas sobre el tema.
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Por ejemplo, un vecino de apellido González mostró a El Guacho un documento emitido por la Unidad de Bienes Inmuebles, en donde le dicen que su terreno ubicado en La Asunción es solo un “parqueo y un restaurante” y, por eso, no proceden con la rebaja, pese a que salta a la vista para cualquiera que pase frente al lugar, la existencia de un sembradío de cítricos e inclusive dentro de la propiedad, al fondo hay un criadero de pescados que son utilizados para consumo del propio restaurante.
Ese es un ejemplo de muchos que ubicamos, en donde la Municipalidad de Belén no estaría cumpliendo con lo demandado por la ONT. Si partimos del hecho de que en Belén los impuestos de bienes inmuebles son extremadamente caros, la falta de voluntad por cumplir con los rebajos que demanda la ley por el uso agrícola de tierra y ayudar, así, a estos vecinos que resisten con un modelo de desarrollo que nos forjó como cantón, es cuando menos deleznable por parte de la Administración y parecería demostrar lo que para muchos y muchas belemitas es una realidad. No existe interés ni preocupación por parte del Gobierno municipal encabezado por Horacio Alvarado de preservar y estimular las prácticas de economía local y, específicamente, la agricultura urbana.
En momentos en que los habitantes de este cantón resentimos todos los días las consecuencias de un modelo de desarrollo que nos impusieron, a base de urbanismo descontrolado e industrias por doquier que no pagan impuestos, que todos los días nos afectan con malos olores, caos vial, falta de áreas verdes y espacios culturales para la sana recreación, se hace inadmisible que la municipalidad no esté protegiendo las iniciativas agropecuarias –por pequeñas que sean– que se resisten a sucumbir frente al Belén de cemento y las Zonas Francas.
Es urgente que la Alcaldía rectifique y cumpla a cabalidad con lo dicho por la el Órgano de Normalización Técnica y que, a su vez, el Concejo Municipal cumpla con sus labores sin más dilataciones y se constituya en un verdadero órgano fiscalizador del cobro del impuesto de bienes inmuebles.