Carolina Zumbado Cambronero: de estudiante del Guapinol a responsable del IAT, en la UNA
Isabel Hernández González
anaisabel.hernandez@ucr.ac.cr
Todo empezó desde que, en el kínder, interpretó su primer papel: un osito, en el grupo de teatro del Guapinol, en la Escuela Manuel del Pilar, con la profe Cecilia. Para Carolina Zumbado Cambronero, a partir de ese momento, el teatro representó un espacio de libertad y hoy, a sus 33 años, continúa amándolo como ese primer día.
Actualmente, es actriz, profesora, responsable, productora, trabaja con varias organizaciones no gubernamentales del cantón, es integrante de distintos colectivos artísticos, dirige el Programa iAT (Investigación Arte y Transmedia) de la Universidad Nacional y es la orgullosa mamá de Helenita.
Su infancia
Siendo una niña, Carolina vivió esas limitaciones sociales que buscaban reprimir a las mujeres desde temprana edad.
“Yo siempre fui muy juguetona y lúdica. A mí me encantaba subirme a los árboles a comer jocotes y mangos, pero se me limitaba; entonces, en el teatro encontré ese espacio de libertad donde yo podía hacer todo lo que quisiera. Por eso mismo, yo era apuntadísima y hacía el papel que me diera la profe”.
Conforme fue creciendo, en la adolescencia, formó parte de grupos como Argamasa, en su tercera etapa. Carolina recuerda que, en ese tiempo, el grupo estaba a cargo de Gustavo Monge, quien la motivó a realizar la prueba para inscribirse en la UNA.
Sus inicios en la UNA
Carolina nos cuenta que su primer año no fue fácil, pero que en cuanto reconectó con su niña interior, las cosas mejoraron.
Ella formó parte de varios grupos durante su etapa universitaria tales como TeLa, con el que viajó a su primer festival internacional en Guatemala.
También en esos años, tuvo su primer contacto con el IAT, como asistente.
“Cuándo yo empecé ahí, decía: – Ay, yo quiero trabajar aquí, algún día-. Y luego todo sucedió tan vertiginosamente que terminé siendo la responsable de verdad, este año.”, nos comentó.
En el 2016, empezó a dar clases de teatro en las escuelas públicas del cantón, por medio del programa de Sensibilización Artística del Guapinol.
Trabajó en una coproducción entre Sirena Chiualta, Teatro Archipiélago y la Compañía Nacional de Teatro.
Además de ser la actual responsable del IAT, Carolina ha participado en una gran variedad de proyectos exitosos.
Con el grupo La Maga, ha desempeñado los roles de actuación y producción, y en el 2014, recibieron el Premio Nacional de Teatro al Mejor Grupo “por ser una agrupación innovadora, creativa y en constante producción artística, por su investigación en el tratamiento dramatúrgico y actoral y por la versatilidad en la oferta de la producción teatral».
Por medio de un fondo Pro Artes, del Ministerio de Cultura, fundó el colectivo Clownsería, y realizó una investigación sobre el recorrido de esta disciplina dramática en el país. Ha desarrollado también distintos proyectos de investigación sobre la influencia del arte en la salud mental, en este apoyo del Ministerio.
Adicionalmente, este año, bajo su dirección, el IAT consiguió el apoyo del Programa UNESCO-Aschberg para artistas y profesionales de la cultura, el cual consiste en una asistencia técnica para incidir en la política pública. En América Latina, únicamente dos proyectos obtuvieron dicho apoyo.
Su rol como mamá
Al preguntarle a Carolina, sobre cómo maneja el balance entre su vida familiar y profesional, nos comentó que durante los primeros años de Helenita ella tomó la decisión de reducir su ritmo de vida, para dedicarle mayor tiempo a ella, hasta que entrara en edad escolar.
Aún así, durante su paso como profesora, en el montaje de las presentaciones finales la niña disfrutaba acompañar a su mamá y participar en algunas de las obras.
Carolina nos confiesa que una gran motivación en su vida es convertirse en un buen rol para su hija y que, aunque a veces en la vida hay momentos difíciles, lo importante es levantarse de nuevo y seguir adelante. Recomienda a las mamás jóvenes buscar redes, que les apoyen y comprendan para esos momentos.
Teatro comunal: Telón Belemita
Para Carolina, el desarrollo de este proyecto junto con El Guapinol, representa esa oportunidad de retribuirle a la comunidad todo lo que ha recibido, a través del teatro. Nos comenta que el apoyo que recibió este proyecto, la ilusión de sus estudiantes y el esfuerzo del grupo de trabajo es una de las grandes gratificaciones que ha recibido.
Carolina nos comenta que mientras crecía, no todos los espacios artísticos eran un sitio seguro para las personas jóvenes que deseaban incursionar en este espacio; por lo que, como profesora, siempre ha procurado que sus estudiantes sientan esa seguridad y libertad que les permita crecer como artistas.