noviembre 20, 2024
Marco Tulio Alfaro Bolaños (segundo de izquierda a derecha) era conocido en Belén como “Tula”. Foto cortesía de su hijo.

Marco Tulio Alfaro Bolaños (segundo de izquierda a derecha) era conocido en Belén como “Tula”. Foto cortesía de su hijo.

Personaje del mes póstumo

«A mi padre, Marco Tulio Alfaro Bolaños». Marco Tulio Alfaro V.    

Tula, como le decían desde chiquillo, hijo de Jenaro Alfaro y Fidelinna Bolaños, nació en 1929 en Santa Eulalia de Atenas, siendo el menor de cinco hermanos. Se casó en 1958 con la señora Rita Amabelina Villalobos Vargas, hija de Rosario Villalobos Villalobos y Doña Rosa Vargas Vargas. Fue padre de 3 hijos varones: Miguel Eladio, Alejandro y Martín Gerardo.

Don tula vivió su infancia felizmente en el barrio de Calle Flores en Belén, junto a sus hermanos que, en su pobreza y travesuras, les llevara también a emprender a muy temprana edad en distintas labores como: campesinos agricultores, mecánicos, servidores domésticos; en el caso de su hermana mayor, técnicos en refrigeración y electrodomésticos. 

En su juventud también destacó como deportista, en el fútbol, jugando con el famoso equipo propio de su época, el destacado Belén Junior. Cuentan algunos anecdotarios que el joven, aunque un poco lerdo, tenía olfato al gol, pues también dicen que jugó con la reserva del llamado equipo del Orión.

En los años mozos de mi padre, Tula trabajó en varios talleres de refrigeración en San José, barrio Los Ángeles. Una de las anécdotas que solía contar el señor, fue uno de sus viajes a New  York, con la empresa de refrigeradoras FILCO, ya que en Costa Rica habían fallado un par de modelos de cuya marca ya es inexistente. Su amistad se profundizó con uno de los empleados de su departamento, don German, un afro americano que fue su guía en sus noches bohemias por esos peligrosos barrios de Brooklyn. 

De su historia en algunas conversaciones con mi padre me había contado, que también fue partícipe de la  revolución del 48 por parte de los Figueristas, siendo destacado en la frontera norte, Puerto Soley. En el 49, participó en el famoso Cordonazo, el golpe que se le quiso dar al gobierno de entonces. El estuvo como guarda de vigilancia en la torre norte de la  penitenciaria, la famosa peni junto a dos belemitas, los cuales fueron condecorados por el mismo don José Figueres con una medalla de oro. Medalla al valor por haber defendido su posiciones de guardias; supuestamente, una gran hazaña por parte de todo aquel pelotón.

Años después de su carrera militar, de haber construido granjas, negocios, talleres, al menos tres fábricas de hielo, su casa; haber creado sus hijos y haberse entregado a la vida bohemia, él, por alguna razón, o por súplicas de mi madre al creador, en sus últimos cuarenta años dedicó su vida al señor todo poderoso.

Él tuvo una conversión que lo cambió para siempre y dedicó el resto de su vida a la ayuda espiritual de sus prójimos. Estoy hablando de un sacrificio de 40 años de servicio a todas aquellas personas que lo necesitaron en su momento. Observé llegar muchas personas a nuestra casa en busca de aquella sanación. Toda clase de personas sin excluir: raza, credo o diferencia alguna; siempre tuvo las puertas de su corazón y sabiduría abiertas para el prójimo. Siempre en el nombre del padre, el hijo y el espíritu santo.

 Marco Tulio Alfaro Bolaños, conocido como Tula, nació el 22 de agosto de 1929 y murió en el 8 de enero del 2015

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