Plan Regulador en el Cantón de Belén.
Lic. Juan Carlos Murillo Sánchez.
Regidor municipal período 2006 – 2010 y excoordinador Comisión Actualización Plan Regulador 2006 – 2010.
El Plan Regulador, es un instrumento de planificación urbana local de aplicación obligada por parte de las municipalidades y consta de una serie de Planos, Mapas, Reglamentos y cualquier otro documento, que en concordancia con los Artículos 17 de la Ley 4240 de Planificación Urbana y el Manual de Procedimientos para la Elaboración de Planes Reguladores del Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo, (INVU), se constituyen en la base legal, para que un municipio pueda normar los usos de la tierra, vías de Circulación, Servicios Públicos, facilidades Comunales, así como la construcción, conservación y rehabilitación de Áreas Urbanas, entre otros, en aras de lograr un efectivo desarrollo urbano para cualquier comunidad.
En el cantón de Belén, ante la explosión urbana que experimentábamos y observando lo que ocurría en zonas aledañas, preocupados porque nuestro plan regulador había sido implementado desde 1997 con una base de estudios muy desfasados en el tiempo, motivó al Gobierno Local a establecer en el 2006 un Convenio de Cooperación Institucional con el Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo a fin de realizar la actualización del Plan Regulador, con la intención de procurar para nuestro cantón, un modelo urbanístico sostenible, objetivo, eficaz, atractivo a sus habitante y en armonía con el medio ambiente natural.
Lo anterior implicaba actualizar la información general de nuestro cantón por medio de una serie de diagnósticos, así como la aplicación de una nueva metodología técnica científica de aplicación obligatoria para los Índices de Fragilidad Ambiental (IFAS) establecidos por la SETENA, órgano estatal encargado de avalar las Viabilidades Ambientales y cuyos resultados serían fundamentales para el proceso y la actualización de mapas y reglamentos de Zonificación, Vialidad y cualquier Reglamentación del Plan sobre la base de los resultados de los nuevos estudios, para regular el proceso de construcción y urbanización en general y orientar y promover el desarrollo futuro de Belén, sin menoscabar la calidad de vida de las y los ciudadanos belemitas.
Del informe final de la Comisión de Seguimiento al Plan Regulador de Belén 2006 – 2010, se desprende, que al cabo de cuatro de trabajo de regidores, funcionarios municipales y representantes de la sociedad civil, el estado del proceso, era el siguiente: a) Documentos de Fragilidad ambiental en estudio por parte de la Setena, b) fase de diagnóstico y pronóstico del proceso de actualización concluido, faltando para culminar: la aprobación de la Viabilidad Ambiental por parte de Setena, la incorporación de recomendaciones o ajustes a los reglamentos de los resultados de la Setena, talleres informativos a la comunidad y por último la audiencia pública para su posterior aprobación. Como quien dice:Estábamos por alcanzar la meta.
Luego de seis años del periodo 2010 – 2016, el Cantón de Belén continua sin tener su Plan Regulador actualizado, con la agravantes de que recientemente, nos enteramos que la SETENA archivaba el expediente y con ello dando fin a un proceso que llevaba más de 10 años, con una gran inversión en tiempo y recursos humanos y económicos en estudios contratados y la gestión misma de la Oficina de Plan Regulador.
Para nadie es un secreto, que ha existido un gran interés por desestimar los resultados de los Índice de Fragilidad Ambiental y el mapa oficial de vulnerabilidad , por sectores que pretenden ignorar para su propio beneficio, que nuestro cantón tiene una enorme responsabilidad ante el país por proteger el agua no solo la del consumo de las y los belemitas sino que además la de más de un millón de costarricenses, debido a que tenemos el privilegio de estar asentados encima de los tres mayores acuíferos de Costa Rica, por lo que sus resultados, han sido el mayor obstáculo, para que un proceso tan importante para nuestra comunidad, culminara con el éxito deseado en beneficio de toda la comunidad belemita y nacional.
Por lo que ante tal situación, caben una serie de preguntas obligadas, tales como: ¿Qué ocurrió para que un proceso que estaba a punto de culminar en el 2010, seis años después fuese archivado?. ¿Qué responsabilidad le cabe al asesor estrella contratado por la administración municipal en el 2010 para culminar el proceso ante Setena y que luego de seis años fracasará al no obtenerse la aprobación de la Viabilidad Ambiental?. ¿Cuál ha sido el papel de la administración superior?. ¿Cuáles serán las consecuencias y su incidencia en la calidad de vida en nuestra comunidad?. Pretenden acaso, obligarnos a que sean las y los ciudadanos belemitas en general, quienes corramos con los costos de la protección ambiental en vez de salir de las inmensas utilidades de quienes lucran el suelo belemita?.
Responsabilidad cabe desde la clase política, la administración superior de la Municipalidad, entidades bancarias, empresas desarrolladoras habitacionales, entre otros. Pero sobre todo, del pueblo belemita en general, por no preocuparse de cómo cada día el cantón de Belén convive con la contaminación del ambiente y sónica, un permanente caos vehicular, falta de accesibilidad, ríos contaminados y el consecuente riesgo de afectación a los acuíferos, humedales, manantiales y pozos, que afectan directamente la calidad de vida sin que hagan nada al respecto.
Es preciso recordar que las y los belemitas nos merecemos mejor calidad de vida, para que todos vivamos en un ambiente sano, equilibrado y con la esperanza de que también sea libre de contaminación, así como el observar la máxima aspiración expresada por nuestra comunidad en el Belén 2030 de: “Un Belén, líder en la protección del recurso hídrico”.
Por lo que con el debido respeto para las y los regidores actuales, tal situación, no puede ser de borrón y cuenta nueva y comenzar como si nada hubiese ocurrido y sin que se tome en cuenta que son muchos los recursos de todos los contribuyentes invertidos para que al final se haya obtenido tal resultado y porque, las implicaciones de este caso, no puede quedar en el archivo, tal y como lo hizo SETENA.