Taller Literario de la Asociación Cultural El Guapinol
Desde el año 2001, a propósito del I Festival Internacional de Poesía, se organizó el Taller Literario con el apoyo de la Asociación Cultural El Guapinol. Con algunos altibajos, cada integrante del Taller han participado en las distintas ediciones del Festival y ha producido poesía y narrativa que, entre otros éxitos, ha significado la realización de varios libros. Tales producciones pasaron, en buena medida, por la reflexión y la sugerencia en las sesiones del taller y fueron publicadas, algunas por los mismos autores y otras con el apoyo de la Asociación. Entre otras, recordamos: Antología de Poesía (2003) de varios autores, Estación del ahorcado de Gonzalo Campos (2007), Palabra Fósil de Marco Tulio Alfaro (2007), La vida de las cosas de Luis Fernando Gómez (2008), dos compilaciones de poesía y narrativa, Precursores de la poesía belemita y Presagios de vida y esperanza de Danilo Pérez, Parto Púrpura de Marlene Díaz (2012).
El taller literario continúa reuniéndose el primer jueves de cada mes, por el momento en el Restaurante El Sesteo en San Antonio de Belén. Personas interesadas en participar en el Taller pueden comunicarse al teléfono 22939546 de la Asociación Cultural El Guapinol. A continuación se publican trabajos de algunos de sus integrantes actuales.
Marlene Díaz Vargas
Administradora.
Aprendí
Atarme los zapatos
Sustentar el lápiz
entre mis dedos
Hilvanar líneas
Colorear
Deletrear
Y contar
Aprendí
A contar los días
Desentrañar el color de los años
los gestos
las miradas
Acrecentarme de mañanas
Izar velas con el viento
Construir nidos
Esparcirme
Correr en mi elemento
Aprendí
Abrazar atardeceres
cada vez más callados
menos habituales
más míos
A
Amar
A
Soltar
A
No olvidar
Aprendí
Mainor Retana “Foforofo”.
Supervisor de proyectos.
Nostalgia sobre Rieles-Ruta Estación 5 Belén-Orotina-Puntarenas.
Empanadaaaassss de papa, frijol y chicharrón,
Gallos de chorizo, macarrón y salchichón.
Huevito duro para hacer la digestión,
Llévelo a la playa usté que´s comelón.
Mire lo que traigo en la olla,
Esta bien grande y tiznada,
el plato fuerte del paseo,
Arroz blanco y gallina «achotada».
Caimitos morados como el saprisista,
Vea que güeno éste cajoncito e´marañon.
Tómese el fresquito de resbaladera,
Pinolillo, crema y mozote,
Agua e´pipa o tamarindo,
Pa´acompañar con mazorca de elote.
En este tren me monto,
Voy viajando de lo lindo,
En el Puerto me esperan,
y si no “cabo” me guindo.
Ileana Calero Morales.
Estudiante de dibujo y artes plásticas. Publicista.
Bolero fue.
Dos danzan
su tarde violeta.
Lejanos quedan,
sus brazos al descobijo,
ausentes
los besos inciertos;
sin obligación
sus cuerpos sin propietarios.
Y de sus miradas asoman
como lágrima viva,
su verdad.
Mea culpa.
Asumiendo que compartimos pecados
y etiquetas,
éste podría ser nuestro motivo
los dos en constante penitencia
y sin tregua para un perdón.
- Danilo Pérez Zumbado.
Profesor jubilado.
Yo, hermano mío.
El beso, dice el pasadoble, “ni se compra ni se vende”.
Y en “Channel ID” se inventan escándalos
alrededor de besos para elevar el rating y la mercancía.
Hay hombres “muy hombres” que se horrorizan
si otro alguien les intenta dar un beso
y mujeres que se gastan y desgastan esperando el beso
de Julito o Enrique Iglesias frente a la revista “Hola”.
Y a propósito de iglesias,
algunas edifican monumentales palacetes
acusando todavía con codicia y saña al pobre Judas y su beso.
Jurados cinematográficos se enzarzan en interminables
discusiones para resolver cuál fue el mejor beso:
¿El de Ford a la Hayworth en “Gilda” o el de Bogart a Bergman en “Casablanca”?
Existen besos infinitos que no tienen nombre ni franquicia:
la madre que besa su recién nacido.
Y los malditos que suponen pasar de la boca a la garganta
para saciar el hambre roja del vampiro.
Besos venenosos que los hombres, deseamos que no terminen nunca:
Madonna y Britney Spears mimando sus jugosos labios.
¿o habrá algo más tierno y envolvente que la pintura “El beso” de Klimt en la Historia del Arte?
Si hay besos de besos: miles y millones de besos
vagan por calles,
regresan de fosas
aminoran angustias
duermen en acantilados
florecen páramos perdidos.
Besos que se besan y desbesan cada día.
Pero hoy, yo, hermano mío, solo quiero darte un beso
para recordarte cuanto te quiero y te respeto.