¿San Rafael fue de Belén?
![Iglesia de San Rafael. Imagen con fines ilustrativos.](https://periodicoelguacho.com/wp-content/uploads/2025/02/Iglesia-de-San-Rafael-1.jpg)
Iglesia de San Rafael. Imagen con fines ilustrativos.
Belén, como poblado, surge hasta mediados del Siglo XIX. Los actos fundacionales primordiales fueron, primero, la construcción de la ermita en 1862, y segundo, la erección de la parroquia en 1867.
En ambos actos, San Rafael de Ojo de Agua formó parte activa, y no como una unidad independiente, sino como integrado a Belén. Los sanrafaleños firmaron en 1858 las misivas dirigidas al obispo de San José para solicitar la construcción de la ermita en San Antonio. En 1862, formaron parte de las gestiones para erigir la parroquia de San Antonio, y en 1867 ayudaron a que el nombramiento de filial de parroquia pasara definitivamente a parroquia independiente.
Para esta gestión, los sanrafaleños fortalecieron el alegato de que había suficiente población para una parroquia acompañando el censo de su población con el propio de Belén, y un mapa donde muestra a ambos territorios como una unidad.
En una de las misivas, se señaló que la conexión por tierra y sangre de ambos poblados los llamaba a ser una sola feligresía. Y lo de sangre, hay que tomárselo en serio, pues posiblemente los pobladores de ambos lugares formaron parte de la misma ola migratoria de campesinos provenientes de Heredia atraídos por la expansión de la frontera agrícola en el oeste del Valle Central. Y bueno, los censos presentados en ese alegato evidencian que muchos pobladores de ambos lugares compartían apellidos.
Hay que decirlo, San Rafael y Belén, más que “pueblos hermanos”, tuvieron la pretensión de ser una misma cosa, es más, inicialmente podríamos decir que lo fueron, porque en esa época, mitad del siglo XIX, la configuración territorial eclesiástica era la más importante. Esta unidad no acaba rápido, porque al menos hasta principios del Siglo XX, los vecinos de San Rafael estuvieron sumamente vinculados a la parroquia de San Antonio. Conformaron parte de las comisiones de los turnos e inclusive, en algún momento, existió una comisión encargada de gestionar el aporte de los pobladores de este lugar.
![Mapa de 1862 donde se establecía el río Segundo como divisoria entre Alajuela y Belén. Foto: German Daniel Alvarado Luna.](https://periodicoelguacho.com/wp-content/uploads/2025/02/Mapa-de-1862-1024x788.jpeg)
¿Cuándo y cómo se empieza a fragmentar esa unidad?
Desde los inicios de ambos poblados, los alajuelenses han intentado que San Rafael fuera parte de su territorio. Primero, en 1858, cuando el párroco de Alajuela se opuso a la erección de la parroquia argumentando principalmente que las finanzas de la parroquia de Alajuela se verían golpeadas por la disminución de su feligresía.
Decía el señor párroco de Alajuela que no todos los sanrafaleños estaban de acuerdo con la adhesión a Belén, y probablemente estuvo en lo correcto, las comunidades siempre son complejas, pero eso no quita el hecho de que la adhesión a Belén existió y fue fuerte durante casi medio siglo. El párroco alajuelense no se salió con la suya, pues la parroquia de Belén se erigió y San Rafael fue parte de ella de manera activa.
En 1908, un año después de la creación de la Municipalidad de Belén, ya no el párroco, sino la Municipalidad de Alajuela, de manera decida emprendió proyecto para hacerse definitivamente con San Rafael, para lo cual comenzó a comprar terrenos para una plaza pública que sirviera como centro. Ante lo cual, pobladores belemitas se opusieron y comenzaron a aconsejar a los vecinos de San Rafael no venderle a Alajuela con el fin de impedir la integración a ese cantón y hacer que San Rafael formara parte de Belén.
Aparentemente, los sanrafaleños hicieron caso, pues la Municipalidad de Alajuela tuvo que acudir a la expropiación. Se podría decir que los sanrafaleños efectivamente fueron manipulados por los belemitas, pero también, y parece ser lo más probable por la afinidad histórica descrita, que realmente querían obstruir los planes de Alajuela de integrarlos en su jurisdicción, pues quizá realmente querían pertenecer a Belén. En todo caso, Alajuela logró su cometido, se hizo del todo con San Rafael, sin importar la historia y los vínculos.
Es cierto, las jurisdicciones territoriales no los borran, pese a alguna enemistad forjada en tiempos más recientes, Belén y San Rafael son pueblos vinculados, que lo diga quienes fuimos a las excursiones compartidas de los 90 a playa Sámara, y hasta hace poco era frecuente que alguno que otro sanrafaleño planteara la integración a Belén, pero sí las obstaculizan, las hacen difícil y pueden llegar a romperlos. Con ello identidades, arraigos territoriales y relaciones de cooperación se deterioran, y con ello los tejidos sociales.
¿San Rafael hace lo mismo que hizo Alajuela?
San Rafael definitivamente ya no es el mismo que hace 125 años. Tampoco Belén. ¿Cuántas migraciones habrá habido desde ese entonces? La relación con Belén ronda el amor y el odio, pero siempre es cercana.
Con Alajuela, los sanrafaleños siempre han aparentado no tener muy buena relación. Razón tienen, pese a que son un distrito muy productivo, Alajuela los ha dejado muy abandonados. Bueno, al fin y al cabo, aparentemente siempre los quisieron integrar para eso, para extraerles recursos.
Ahora, ni de uno, ni de otro, quieren su propio camino, y está bien, ya son una comunidad grande, con una economía en desarrollo, y con sus propios vínculos sólidos. Pero al igual que Alajuela hizo en su momento con ellos, San Rafael quiere consolidar su jurisdicción política imponiéndose sin importar la historia y los vínculos de otros poblados.
El Barrio San Vicente, definitivamente, tiene su conexión con Belén. Separar al Barrio San Vicente de Belén significa alterar su identidad, debilitar su arraigo y afectar sus relaciones de cooperación y su tejido social. Si el vínculo con ellos no es tan fuerte, ¿por qué insistir en anexarlo? ¿Qué propósito justifica alterar la vida de una comunidad? ¿Vale la pena por unos cuantos impuestos o un pozo de agua? La historia ya ha demostrado que las decisiones impuestas sin considerar a las personas solo generan más fracturas que beneficios. ¿San Rafael está dispuesto a hacer con otros lo mismo que tanto ha reclamado para sí?
Referencias
Acta de la Junta Edificadora de la Parroquia de San Antonio de Belén, Sesión del 14 noviembre de 1876 Folio 6
Acta de la Junta Edificadora de la Parroquia de San Antonio de Belén, Sesión del 21 de agosto de 1887, Folio 63
Acta de la Junta Edificadora de la Parroquia de San Antonio de Belén, Sesión del 19 de diciembre de 1896, Folio, 129
Archivo Histórico Arquidiocesano Monseñor Augusto Thiel, Fondos Antiguos #114, 24 de noviembre de 1858, Folio 275-276.
Archivo Histórico Arquidiocesano Monseñor Augusto Thiel, Fondos Antiguos # 162, 24 de marzo de 1862, Folio 399-401
Archivo Histórico Arquidiocesano Monseñor Augusto Thiel, Fondos Antiguos # 162, 9 de abril de 1862, Folio 402; Archivo Histórico Arquidiocesano Monseñor Augusto Thiel, Fondos Antiguos # 162, 9 de abril de 1862, Folio 403-407
Archivo Histórico Arquidiocesano Monseñor Augusto Thiel, Fondos Antiguos # 162, 22 de Julio de 1867, Folio 423.
La Información, 11 de junio de 1908, p. 2.
![Texto sobre la intensión de Alajuela de crear una comunidad en lo que hoy es San Rafael. Foto: German Daniel Alvarado Luna.](https://periodicoelguacho.com/wp-content/uploads/2025/02/Nota-San-Rafael-es-de-Belen.jpg)