Este sábado 18 de mayo se realizó el conversatorio «De los pupitres a los recuerdos» en el que se conmemoraron los 50 años de fundación del Liceo de Belén.
La moderadora del evento fue la historiadora Karol Carmona Alvarado. Participó también Telémaco Salas Durán, Desiderio Solano Moya y el profesor pensionado Francisco Zumbado.
Los participantes explicaron los 3 espacios físicos en los que estuvo el Liceo de Belén: inicialmente en el Palacio Municipal; posteriormente, en 2 pabellones de la Escuela España y, a partir de 1996, cuando se da el traslado a las instalaciones que se ocupan actualmente.
En su participación, Telémaco Salas Durán relató su experiencia de como les plantearon la idea de crear un colegio en Belén. «Nos dijeron hay posibilidad de hacer un colegio en Belén y nosotros no teníamos claro ni donde lo íbamos a ubicar, pero aceptamos el reto. Había otras comunidades interesadas y no se podía desaprovechar esa oportunidad. Hay muchas personas de la comunidad que ayudaron por mencionar algunos por ejemplo Ángel Zamora prestó maquinaria, el Depósito San Antonio y Fico nos dieron materiales fiados para empezar, entre muchas otras ayudas valiosas para consolidar la institución», recordó.
El profesor pensionado Francisco Zumbado relató su experiencia en las aulas del Liceo de Belén. «En 1975 yo trabajaba en Guanacaste y luego logré trasladarme al Liceo de Belén. Recuerdo que trabajé en el Palacio Municipal. Desde los inicios, el colegio destacó a nivel deportivo y poco a poco también se empezó a desarrollar la parte artística. En 1996, cuando se dio el traslado a las nuevas instalaciones vivimos una verdadera aventura había mucho polvo y era un lugar muy solitario. Tenía la ventaja de que al ser belemita conocía a los estudiantes y las calles me preguntaban que como iban los estudiantes en las notas», comentó.
Desiderio Solano Moya fue egresado de la generación de 1978, la primera que se graduó del Liceo de Belén. «La construcción del Liceo de Belén fue una lucha comunal. Era muy lamentable que algunos belemitas no podían estudiar porque no tenían pases para viajar a San Joaquín, entonces, el abrir colegio en Belén contribuyó a que más belemitas tuvieran oportunidades. Cuando se instaló el Liceo donde se ubica actualmente en este sector no había nada, mi familia donó terreno para poder hacer la calle para poder llegar al colegio», relató.
La historiadora Karol Carmona destacó que la institución también fue sede del programa de educación Nocturna Marco Tulio Salazar y que se dio la inclusión del Plan Nacional.
Como parte de sus vivencias, Carmona Alvarado recordó que: » Al inicio muchos padres de familia tenían miedo de que los estudiantes fueran al Liceo porque la zona era solitaria y se temía la posible instalación de un botadero de basurero en comunidades aledañas y que esto podía afectar. Muchos cortábamos camino por los lotes aledaños».
Barraleadas, bailes, escapadas y divertidas anécdotas fue parte de la tónica de la actividad.
Al cierre del evento, Telémaco Salas Durán planteó la importancia de crear una memoria escrita con la historia del centro educativo para que la misma prevalezca a lo largo del tiempo.
Desiderio Solano Moya, Alonso Castillo Bolaños, Sonia Soto Segura y Víctor Villegas parte de la primera generación que se graduó del Liceo de Belén.
