marzo 8, 2025

Centro Integral de Educación Privada CIDEP celebra su 30 aniversario

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Estudiantado del CIDEP en actividades escolares. Foto: Alonso Guerrero.

redaccion@periodicoelguacho.com

Son las 08:30 de la mañana, en la entrada de CIDEP me recibe el guarda de seguridad quien amablemente me  guía hacia la recepción donde tres voces me reciben y me orientan hacia mi  objetivo. 

Mientras camino, observo la limpieza del lugar y su decoración tan colorida, no tardo en descubrir, mientras la perspectiva se deforma, las dimensiones del lugar el  cual se descubre con elegancia y anchura con cada paso dado. 

Don Alonso, quien me guía hacia su oficina, conversa animadamente sobre los planes venideros y cómo están cerca de celebrar su 30 aniversario. “Yo muy feliz de recibirlo a usted y encantado de contarle un poco sobre nuestro centro, pero necesito que conozca a alguien más”, me dice. “Ella le explicará cómo funcionan las cosas aquí”.

Feliz e intrigado, sigo a Don Alonso a la siguiente oficina, pero viejos miedos resurgen. Se me eriza la piel y pienso en qué le diré a mi mamá. Un reflejo en un espejo me recuerda mi edad y me hace entrar en razón. La sangre vuelve a fluir con normalidad y recuerdo el motivo de mi visita. “Susy”, la Directora Académica, me recibe cálidamente, y mi niño interior lucha por tomar el control de la conversación: ya quería mostrarle a “Susy” (cuyo verdadero nombre es María Luisa, pero de cariño le dicen Susy) mi nivel en Clash Royale. Sin embargo, me contengo una vez más.

Me acomodo el bigote y me presento. Señorita Susy, por favor, coménteme cómo se  logra este ambiente tan agradable donde estoy con mi niño interior dando brincos de  emoción.

Mirá empecemos con algo”, me dice. Nosotros tenemos una misión con los  niños y adolescentes: que “sean educables y perfectibles» 

“¿A qué se refiere con eso?”, pregunté.

“Se refiere a que debemos siempre avocar a la excelencia, a lo mejor, pero para esto tenemos que partir de alguien que tenga ganas de aprender. ¿Qué significa  esto? Esto es algo que se me grabó, porque no consideramos que el estudiante tenga que ser perfecto, sino que tenemos que buscar éxito en todo los ámbitos y debemos  partir de los estímulos positivos y esa parte, nos toca a nosotros. Buscar diariamente cómo podemos resaltar lo mejor de estos niños, debemos llevarlos por la mejor vía hacia el éxito y no podemos ponerles trabas ni limitarlos, aquí no le cortamos las alas a nadie, quien quiera volar que vuele alto”, me dijo Susy con determinación.

Cómo no creerle si en una esquina de la oficina una columna de libros se erigía en un orden absoluto hasta terminar en una base con diferentes y muchos trofeos, la metáfora que no necesitaba ser dicha, el olimpo del éxito alcanzado por una columna de  conocimiento. 

En CIDEP son humildes a la hora de exponer sus logros porque no quieren ser definidos por los trofeos sino por la calidad humana que ahí se practica, la búsqueda constante del éxito personal a través de la empatía y el estímulo. Pero yo les digo en secreto que en química ya tienen hasta el oro absoluto y, a nivel latinoamericano, son temibles adversarios. 

CIDEP, tiene sus comienzos en el lugar donde actualmente está el Hotel La Riviera allá por 1995, cuando Doña Ana María Arias junto a miembros de su familia decidieron forjar un centro educativo diferente a los contemporáneos, logrando en 1998 la primera graduación de bachilleres. En 1997, se colocó la primera piedra donde hoy se encuentran y siguen en constante crecimiento.

Ahora, cuenta con un equipo de 50 profesionales entre ellos 35 profesores, los cuales, a cargo de Susy, se han encargado de fortalecer, educar y perfeccionar las habilidades tanto blandas como intelectuales de sus alumnos resaltando el carácter integral como sello distintivo de CIDEP. 

Estos alumnos salen preparados para un mercado bilingüe donde algunos al salir buscan carreras profesionales diversas como medicina, ingeniería, docencia, administración, entre otras. Esto es gracias a la ruptura del convencionalismo, al uso de nuevas técnicas de estudio y el apoyo constante al desarrollo de destrezas del alumno, alcanzando bases académicas sólidas.

Susy me comenta sobre los planes a futuro como intercambios internacionales, nuevas alianzas con instituciones con enfoque tecnológico y científico, lo cual lo hace una opción relevante para cualquier padre de  familia que busque un lugar para que sus hijos puedan explotar al máximo sus habilidades y caminen con seguridad ante un mundo cada vez más cambiante y  “líquido”.

Estas habilidades, financieras, filosóficas, científicas, cotidianas, serán armas afiladas para enfrentar todos esos cambios con éxito. No nos olvidemos del  excelente clima que aquí se respira donde no cabe duda alguna que se han establecido vínculos fuertes entre sus alumnos y, quien sabe, yo haya estado en el mismo momento en que el próximo presidente estuviera comiéndose un delicioso alfajor hablando con sus compañeritos en el recreo.

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