noviembre 22, 2024

Antiguo recibidor se convertirá en símbolo de la cultura cafetalera de Belén

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Así quedó el recibidor de café luego que la Muni lo trasladó y restauró.

El antiguo recibidor de café, que se ubicaba en la finca “Los Mangos”, sobre calle El Arbolito, se convertirá en un símbolo de la cultura cafetalera de Belén.

Luego de varios meses  de trabajo, el inmueble fue desarmado y  reubicado.  Ahora se encuentra en la Calle Linda Vista en La Ribera en una propiedad municipal.

Ligia Franco, encargada de planificación urbana del Gobierno Local,  explicó que el Concejo Municipal acordó que el edificio será destinado para fomentar y mantener el legado cafetalero del cantón, ya que es un símbolo de la historia belemita.

“Este edificio se considera un ícono del auge cafetalero del Valle Central de mediados del siglo XIX. Representa el motor de la economía de la época, así como el sustento de muchas de las familias belemitas que desempeñaron labores relacionadas con la cosecha del grano”, detalló la funcionaria.

Franco resaltó que el recibidor también es parte del imaginario colectivo de los belemitas, ya que muchos vecinos trabajaron en la finca cafetalera o fueron niños y niñas que llevaron almuerzos a familiares que laboraban recogiendo el grano de oro.

La emblemática estructura era propiedad de Álvaro y Ernesto Solera, quienes lo donaron a la comunidad, debido a una solicitud del Concejo Municipal; luego de que la regidora María Antonia Castro presentara una moción para evitar demoler el inmueble.

En el lugar  donde se ubicaba, pretenden construir casas y ampliar la calle,  por lo que el  recibidor corría peligro de  una inminente destrucción. Esto provocó que Castro redactara una iniciativa para que nuestro  Gobierno Local conservara la edificación. 

Esa acción contó con el apoyo de los 5 regidores; posteriormente, la Muni  se encargó de gestionar el  traslado y su rescate.

Según el acuerdo de Concejo Municipal de la sesión 7-2017, el fin de recibidor será el fomento de la historia cafetalera, ya que es un símbolo de aquella época.

Ahora el inmueble está bajo la administración de la Casa de la Cultura, para que pueda ser utilizado por los distintos actores locales.

El inmueble se ubicaba en calle El Arbolito, pero estaba en peligro de demolición.

El proceso

Franco detalló que el recibidero es un ejemplo de edificio de madera construido con tabiques expuestos de tablones de forros, “lo que nos permite leer la conformación del inmueble y entender cómo estas austeras estructuras se levantaban sobre el terreno, Es característico, también, su zócalo de piedra y la nivelación por medio de pilotes, pues brindar la altura necesaria para el cargado de camiones y para la correcta circulación del aire bajo la estructura”, indicó.

La funcionaria  comentó que para el proceso de reubicación y restauración se realizó un concurso público y  se le adjudicó la labor al ingeniero belemita Rafael Rojas Escalante.

El proceso de reubicación consistió en varias etapas. La primera fue  marcar todas las piezas de madera para luego desarmarlo.

“Se retiraron las láminas de la cubierta, las cuales se sustituyeron en su totalidad, pues ya habían alcanzado su vida útil y presentaban gran deterioro; posteriormente, se retiraron las cerchas del techo, luego las piezas de las paredes y, por último, la plataforma del piso y las piedras del zócalo frontal”, detalló Franco.

En el sitio elegido para su nueva ubicación, en la calle Linda Vista, se procedió con el rearmado del zócalo, la construcción de nuevos pilotes y, posteriormente, se armó la plataforma del piso, las paredes y las cubiertas.

Una vez reconstruido, se procedió a acondicionar el edificio con una nueva instalación eléctrica y mecánica, así como con dispositivos de seguridad, alarma y sensores de humo.

El último

Este recibidero es catalogado como el último de su tipo en nuestro cantón y uno de los pocos que aún existe en el área urbana de Heredia, razón por la cual fue catalogado como Patrimonio Arquitectónico de Belén, en el primer Inventario de Bienes que se realizó en el 2010.

Franco hizo un llamado a la conciencia respecto a la importancia de conservar los edificios patrimoniales locales, “son parte integral de la identidad cultural de un pueblo, dan forma y sentido a los imaginarios colectivos del ser belemita”, insistió.

Afirmó que el patrimonio arquitectónico es uno de los componentes más destacados del patrimonio cultural, por tratarse de elementos concretos y tangibles, “refieren no solo al uso original de cada inmueble, sino también a los modos de vida de sus habitantes, sus patrones de comportamiento y a las formas de apropiación de un tejido urbano, siendo testigos, a veces modestos, del desarrollo social de un pueblo”, finalizó.

Redacción El Guacho

redaccion@periodicoelguacho.com

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