noviembre 22, 2024

Ángel Zamora

Vecino de San Antonio

Somos criollos, educados en la era industrial europea, lo cual ha levantado una estela de contaminación física y mental a nuestro alrededor que no nos deja ver ni entender cuándo y dónde estamos.

Y es que hace apenas 500 años estos territorios eran lugares paradisíacos, sitios plenos de energía armónica, tecnología psíquica-solar, el nuevo mundo era bañado por la luz de un Sol sabio al que sus criaturas conscientes atendían como a su representante divino.

Al reunirse los dos hemisferios terrestres por medio de la conquista española; la extraña jauría de conquistadores chocó con su pasado ante el paisaje virgen y  las almas de sus habitantes, entonces bajo un sarro de orgullo, se miró a sí mismo en el espejo del tiempo y su refleja decadencia provocó la comparación, despertó aun más la ansiedad y el vacío de un continente cansado e insatisfecho, por lo que forzosamente se sirvió de lo ajeno para sobrevivir, pero sin evolucionar.

Se frustró el representante europeo ante la tierna belleza de estos paraísos por lo que su reacción normal fue mal tratar, explotar y asesinar devotamente las maravillas del nuevo mundo en vez de recibir y celebrar sabiamente el encuentro de hemisferios y culturas; era mucho pedir entonces mientras la masa cultural continua aun en su proceso de mezcla.

Llegará la calma para el cuerpo planetario y la nueva gente como viajeros del tiempo y el espacio arriban comprometidos con lo que tienen que hacer; romper los viejos moldes,  “enfrentándose el hijo al padre y la hija a la madre” resolviendo esta encrucijada divina que es la Vida en el planeta Tierra como llamamos a este “sesteo galáctico”.

Por lo tanto, tenemos el derecho de trabajar en la zona olvidada, la oración y la meditación, el poder de UNO es crear la relación personal con la divinidad y sirviendo humildemente a la madre Naturaleza preguntando ¿qué podemos hacer para fluir en el proceso espacio- temporal del planeta?

La respuesta sorpresa que cada quien reciba será su luz futura, sea cual sea el futuro.

Yo lo estoy intentando, y veo que mi vida se va transformando en una secuencia de eventos sincronizados donde nada falta y nada sobra, sorpresivamente ha saltado un héroe escondido en mi alma, que con gestos de amor a la Naturaleza conduce, por efecto de resonancia; oportunidades globales.

Las maravillas del Cristo río Virilla han provocado milagros desde su sacrificio, estos efectos se dejan ver cómo órdenes del cielo al mezclar dimensiones, sincronizando lugares, momentos, necesidades, seres y conciencias alrededor del mundo a pesar del escaso conocimiento local, como una nueva etapa evolutiva.              

Puedo decir “A Dios rogando y con el mazo dando” agradecido de observar alrededor  un repertorio de eventos divinos que se ha multiplicado al ciento por uno desde que me olvidé de trabajar para mi mismo y más bien celebro ver movimientos cósmicos en la construcción de la planta de tratamiento más grande de Centroamérica en el río Virilla, mejoras notables de la infraestructura del corazón de Costa Rica que es Puente mulas, ver el invierno sincronizarse a favor de la vida natural y en contra del ego humano, y muchos eventos de luz personales que se alimentan de esta relación, además del despertar global de muchas conciencias que reconocen el derecho necesario a la relación divina ya que “no solo de pan vive el hombre”.

Los nuevos ciudadanos tenemos derecho a revolucionar interiormente y transformar este sistema obsoleto  sin oposición de gobiernos, filosofías, tecnologías, ni dogmas; sino en base a una sabiduría de luz, una tecnología que solo recuperaremos cuando nos dejemos sincronizar tranquilamente por la madre Natura.  Aprendamos a enfocar nuestro lente  y hacer click a la Luz de Vida en este momento.  

 

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