22 de abril – Día Internacional de la Madre Tierra
Me tomo un minuto para reconocer la importancia del momento histórico en el que nos encontramos en Belén.
Hoy, más que nunca, en este territorio cohabitan dos fuerzas. Por un lado, una visión urbanista y de desarrollo que ha estado presente en Belén durante más de 30 años, trayendo progreso, muchos beneficios y también desafíos que aún no hemos podido superar. Hoy, parte de esta fuerza toma posturas sobre el uso del espacio que causan inquietud y tensiones en esta pequeña comunidad.
Por otro lado, y cada vez más viva, una visión conservacionista que representa la auténtica y urgente preocupación por la riqueza natural y cultural de Belén. Esta fuerza defiende la importancia, no sólo de preservar sino, de regenerar los espacios naturales y culturales, reconociendo su valor e importancia para las generaciones futuras.
No se trata de tomar partido en uno u otro lado. ‘La separación’ es la narrativa que nos ha conducido como humanidad a una crisis global. La necesidad es encontrar el camino armonioso entre el desarrollo urbano y la conservación del patrimonio natural e identidad de nuestro pueblo.
Terminemos de darnos cuenta: este es un momento crítico y requiere de voluntad para informarnos, participar en procesos clave y apoyar iniciativas que promuevan esta visión conciliadora entre ambas fuerzas. Se están abriendo espacios de diversa índole, desde políticos, voluntariado ambiental, estudio de la biodiversidad local, activación cultural de espacios naturales, entre muchos otros. La discusión del instrumento del Plan Regulador es, posiblemente, el más relevante para nuestro cantón en los próximos tiempos y pronto será oportunidad de analizarse.
Estamos en un punto de inflexión donde el compromiso y acción comunal será clave para un futuro próspero para la mayoría.
¡Gracias por ser parte de este momento!