abril 17, 2024

E. Danilo Pérez Zumbado

Es incomprensible que, en el 2016, Belén no cuente  con  infraestructura apropiada para el cultivo y divulgación de las artes y otras expresiones culturales. Tenemos un importante movimiento artístico y cultural en teatro, música, literatura, poesía, canto, pintura, etc., que tiene frecuentemente lugar en lugares públicos y privados.

El programa anual artístico-cultural poco tiene que envidiar a otras localidades del área metropolitana. Existe una valiosísima experiencia acumulada que, con reforzamientos y mejoras, podría materializarse en un centro de desarrollo cultural, que permitiría disfrutar de obras locales, nacionales e internacionales de alto nivel.  

Sin embargo, esta riqueza se ve profundamente perjudicada por la carencia de instalaciones  para la producción y la divulgación artística. No tenemos un teatro o un centro de artes que permita la formación, producción y divulgación de sus distintas manifestaciones.

Hoy, se realizan talleres de formación artística (de financiamiento municipal y en manos de  las Asociaciones de Desarrollo de la Asunción y La Ribera, y El Guapinol) y eventos artísticos en espacios construidos para otros fines, caracterizados por la estrechez física, contaminación sónica, saturación y, por supuesto, la inadecuación de sus características espaciales y funcionales.

Resulta irónico que, en los noventa, representantes de Escazú (hoy día importante centro cultural), vinieran a la Municipalidad de Belén a conocer la experiencia organizativa (particularmente cultural), como reconocimiento al avance de aquel entonces, y que, a la vuelta de veinticinco años, aquel cantón nos  sobrepase fácilmente y, seamos nosotros, quienes deberíamos visitarlos  para que nos enseñen su progreso. Algo similar ocurre con los cantones de Santa Ana y  Mora.

En los años noventa, Belén contaba con el Teatro el Nacimiento, en el distrito La Asunción, impulsado con gran entusiasmo por la administración municipal 1994-1998 y la Asociación Cultural El Guapinol, el cual fue clausurado en las administraciones municipales posteriores aduciendo la vulnerabilidad de su ubicación y abandonando por completo cualquier alternativa al respecto.

Se perdió un sitio que, con las prevenciones y mejoras, podría haberse consolidado como centro de enriquecimiento artístico y cultural y en el cual  se realizaron importantes eventos promovidos por El Guapinol, el Grupo de Teatro Argamasa y otras organizaciones comunales.

Destacamos las celebraciones del noventa y cien aniversario del cantón. Ha sido muy difícil, para no decir imposible, recuperar este proyecto cantonal. En la administración municipal 2012-2016,  el Concejo Municipal aprobó recursos en  los presupuestos 2015 y 2016 y solicitó a la Alcaldía iniciar trámites para  la adquisición del inmueble donde estuviera la fábrica Johnson y Johnson (contiguo al polideportivo) en barrio San Isidro, para la instalación del Centro Cívico Cultural.

Desafortunadamente, con la elección en febrero 2016 de las nuevas autoridades del Concejo y la re-elección del Alcalde H. Alvarado este mandato ha venido a menos, tanto así que la Comisión Municipal que había sido nombrada para tal efecto fue cancelada sin siquiera informar a sus integrantes.

Actualmente, no se sabe con certeza qué destino tendrá este proyecto, aunque hay versiones del interés de la Alcaldía de construir un teatro. Es oportuno reiterar que el proyecto Centro Cívico Cultural es la alternativa más apropiada pues cuenta con espacios suficientes para la remodelación de un teatro, aulas de formación, parqueo y espacio para la movilización de los recursos necesarios (luz, sonido, escenografía, etc.), que requieren los eventos artísticos.

Por eso, conviene consultar a los artistas (locales y externos) para conocer los requerimientos de las producciones artísticas y culturales, de otra manera podrían construirse instalaciones que, a corto plazo, no cumplen con los requisitos mínimos y terminen siendo disfuncionales.

Para dar cuenta del retraso de Belén en este campo, es bueno recordar que en 1913 inició la construcción del Salón Teatro Sagrado Corazón de Jesús,  en San Antonio, mismo que fue “completamente terminado con su magnífica galería, palcos, escenario, decorados, (y) fue inaugurado y bendecido por Monseñor Monestel ya obispo electo el 11 de febrero de 1915 (…) 1 .

O sea, si hace un siglo Belén contaba con un teatro de calidad, hoy deberíamos tener un teatro aún mejor. Pero no lo tenemos. Ojalá esta reminiscencia sea suficiente motivo para que las autoridades municipales adquieran consciencia y cumplan con esta deuda histórica.   

Referencias:

1-González M., Filadelfo (González R., R y Zumbado Z., B.) (sin fecha) Apuntes Históricos de mi Pueblo. San Antonio de Belén. Folleto impreso. Pag. 38.

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