abril 16, 2024

Lista de útiles o uso de dispositivos tecnológicos en las escuelas y colegios del cantón de Belén

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Rafael Ángel Pérez Córdoba

Al iniciar un nuevo curso lectivo, se pone de moda la expresión “lista de útiles”, la cual como todos conocemos consiste en la determinación de los materiales de aprendizaje que un niño o adolescente utilizarán en la escuela o el colegio.  Desde luego que esa lista tiene un costo, cada vez mayor y me atrevo a decir cada vez menos significativo para el verdadero aprendizaje.

Frente a esa realidad, es importante lanzar la siguiente pregunta: ¿No será el momento ya de ir sustituyendo esa famosa lista de útiles por el empleo de dispositivos electrónicos como: celulares, tabletas o computadoras? ¿No se podrá desarrollar una educación de más calidad con el buen uso de esas tecnologías?

Posiblemente, algunos de los lectores piensen que la respuesta a las interrogantes anteriores debe ser negativa, ya que ni los docentes ni los estudiantes están preparados para llevar a cabo tal cambio. Esta posición es respetable, pero no se puede olvidar que se fundamenta en creencias y costumbres culturales, es decir: “así lo hemos hecho siempre y así se debe seguir haciendo”.


Pero también una respuesta positiva, en favor del empleo de la tecnología en la mediación pedagógica y en el aprendizaje. Empezando por el hecho de que en la actualidad la mayoría de los niños y jóvenes de estratos medios tienen acceso a celulares, tabletas y computadoras. Por supuesto, para los menores procedentes de grupos empobrecidos tendría que desarrollarse un proyecto municipal que permita dotar a esos estudiantes con los dispositivos electrónicos necesarios, para de esta forma no crear un sistema discriminatorio en contra de los que menos tienen.  Sin omitir que tanto la niñez y la adolescencia en el cantón de Belén tienen bastante familiaridad con este tipo de tecnologías.

Hay personas, padres de familia y algunos educadores, que piensan que el uso de aparatos electrónicos afectará negativamente el aprendizaje en las aulas, porque se convertirá en un elemento distractor para los estudiantes. Otros consideran que con el uso del celular los estudiantes van a dejar de pensar, porque lo que hacen con la información es copiar y pegar. Frente a estas posiciones, es necesario decir que, en efecto, si el docente no sabe orientar el desarrollo de las lecciones incluyendo de manera adecuada el uso de esta tecnología, es muy posible que el propósito esencial, cual es mejorar la calidad de los aprendizajes, no se alcance.

Sin embargo, cuando el docente tiene preparación en el uso de la Internet como fuente de información y planifica las lecciones de manera tal que en vez de memorizar información, de contestar cuestionarios, de aprender de memoria, los aprendientes tienen que buscar y explorar diversas fuentes, valorarlas y rescatar información que sirva para resolver un problema, las cosas cambian. No se trataría tan solo de copiar y de pegar, sino de escrutar la información útil para enfrentar situaciones de la vida cotidiana. Con ello, el aprendizaje colaborativo y en red toma fuerza. La motivación aumenta y la calidad del aprendizaje se hace una realidad. Además, poco a poco, los aprendientes se acostumbran a estudiar en cualquier lugar y en cualquier momento, a veces sin que sea necesario asistir al centro educativo.

Quienes somos docentes y hemos experimentado el valor del uso de la tecnología en los espacios educativos, podemos dar constancia del mejoramiento de la calidad en los aprendizajes, tan solo realizando pequeños cambios que cualquier educador motivado por la innovación puede llevar a cabo. Con el uso de la Internet las fuentes de información aumentan y son gratuitas, es decir, hay más variedad y mejores fuentes de conocimiento que en los tradicionales libros de texto, las fotocopias y las exposiciones de un docente.  Por ejemplo, existe una gran cantidad de programas que permiten aprender conceptos matemáticos, científicos y sociales por medio de juegos; abundante y diversa información sobre casi todo tipo de temáticas,  libros electrónicos, en lenguas extranjera un programa denominado “Duolingo”, con el cual cualquier persona interesada puede llegar a tener un buen dominio de  cualquier idioma, entre ellos inglés, francés o chino.

Desde luego, este cambio tiene como requisito fundamental, la transformación de la persona docente. Es decir, para aquellos casos que los requieran es preciso un programa de capacitación en el buen uso de estas tecnologías; y sobre todo, un cambio de mentalidad para usar con confianza los dispositivos tecnológicos y las fuentes existentes en la Internet.  Pero esto no es difícil y está al alcance de cualquier persona. También es necesario, llevar a cabo un diagnóstico respecto de la posesión o no de aparatos tecnológicos en los niños y adolescentes y aquí es donde se hace necesario un mayor involucramiento de la Municipalidad y la Alcaldía, tanto para crear estrategias de capacitación docente como proveer a los estudiantes que lo requieran de teléfonos celulares de regular calidad o tabletas.

Con una estrategia agresiva como la antes citada, los centros educativos del cantón de Belén pueden convertirse en los primeros en el país en incorporar plenamente la tecnología en el aprendizaje y de esta manera olvidar las carreras de los padres y madres de familia por adquirir la lista de útiles al inicio de curso.  Reconozco que ya muchos docentes están dando pasos importantes en esta dirección, pero es necesario darles apoyo tanto en la capacitación con en la adquisición de la tecnología ¿Será posible cumplir este sueño en el cantón de Belén?

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