abril 23, 2024

Imagen con fines ilustrativos

Por: Yendry Delgado Aguilar*

Llega fin de año y los aires de diciembre traen alegrías y nostalgias. Vienen las vacaciones, los regalos, las reuniones con los amigos, compañeros de trabajo, la familia; las fiestas en diferentes ambientes y con eso se nos alegra el espíritu, pero también, con toda esa actividad, hay más oportunidad para los excesos.

Es importante celebrar, como seres humanos, le damos relevancia a los acontecimientos que nos van pasando en la vida, y eso está  bien. Sin embargo, recordemos la importancia también del autocuidado, somos responsables de nuestro cuerpo, vehículo con el cual transitamos en este mundo, si bien, no somos solamente este cuerpo, sí es el espacio donde habitamos y con el cual nos relacionamos unos con otros.

Es nuestra la responsabilidad tener el cuerpo en las mejores condiciones posibles el mayor tiempo posible, el envejecimiento es un proceso natural y sucede desde que nacemos, pero depende de cada persona cómo va sucediendo ese proceso.  Ya hemos escuchado repetidamente la importancia de tener una y dieta balanceada, hacer ejercicio y algo remarcable en esta época: el manejo del estrés.

El mes de diciembre es una época que mueve mucho emocionalmente, es típico acordarnos de nuestros seres queridos que ya no nos acompañan, debemos hacer el ejercicio de recordarlos con cariño pero sin tristeza, recordar los buenos momentos y agradecer por haberlos vivido.   Ir a nuestro banco de memoria está permitido, pero ya que vamos allí, escojamos los recuerdos y cuidemos también nuestros pensamientos, para que generemos emociones benévolas para con nosotros.

También, sería recomendable hacer un balance de este año que termina, autoexaminarnos y reconocer en qué hemos mejorado, qué logros hemos conseguido y qué retos hemos superado.  De la misma manera, qué oportunidades de mejora nos quedan, qué defectos debemos corregir con amor hacia nosotros mismos, para obtener una calidad de vida integral.

Comprendiendo que para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo, depende directamente nutrirlo adecuadamente, además de la actividad física y cuidando nuestra área emocional con una buena relación con nosotros mismos y con los demás,  agregando a esto actos de servicio a nuestros semejantes, que nos orienta hacia una vida con propósito, gozaremos de una salud de oro por muchos años.

El autocuidado es nuestra responsabilidad.

¡Felices Fiestas!

 

*Vecina de San Antonio, Consultora en Flores de Bach, Código CST-2018-0709Y

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