marzo 29, 2024

De ‘’metalero’’ belemita a científico químico en Europa

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  • Martín Garro González  vecino de Residencial Belén es nuestro personaje del mes

 

Redacción El Guacho

Esta es la historia poco ordinaria de un joven que creció entre las alamedas del Residencial Belén y que hoy, a sus 25 años,  lucha por su sueño; obtener una maestría en Europa.

Su educación escolar fue la misma que la de  decenas de belemitas, quizás algunas maestras de la Escuela Fidel Chaves Murillo aún lo recuerdan cuando se sentaba en los pupitres de  sus aulas. Su educación secundaria tampoco fue fuera de lo común;  sacó su noveno en el Liceo de Belén, centro educativo donde nació su fascinación por la química.   

Su familia, un padre trabajador y una mamá  dedicada a la crianza de sus hijos,  entre mil sacrificios y  apoyo incondicional le dieron a su hijo el combustible que le  permitió despegar en búsqueda de sus sueños.

Y es que hace tan solo algunos meses podíamos encontrar a este joven con su camisa negra bien puesta, al igual que  su chaleco de mezclilla,   compartiendo con los buenos muchachos que se reúnen todas las noches en el bulevar de San Antonio, ahí se tejieron sus aspiraciones.

Esta es la historia de  Martin Garro González, quien en estos momentos está en Europa, en Bélgica, en la Universidad KU Leuven, estudiando una maestría en química teórica y modelización computacional, área relacionada a la química cuántica.

budapest
En sus fines de semana Martín aprovecha para conocer las principales ciudades de Europa.

 

La madre de este joven,  Flory González y su padre, Martín Garro Zumbado, ella ama de casa y él operario de la fábrica Kimberly Clark, cuentan que su hijo no está en Europa por mera casualidad, sino que todo se trataría de un plan, cuyo destino final podría ser un doctorado en algunas prestigiosa universidad norteamericana.

Ambos padres, con la ayuda de su hermana Karolina,  relataron a El Guacho  la historia de su hijo y así permitir que esta sea conocida en nuestro cantón.

Su mentor

Martin terminó su tercer año en el Liceo de Belén, ahí empezó su amor a la química gracias al profesor Carlos Soto, a quien incluso lo llama “un mentor”, y agregó,  “fue con sus clases que inició mi gusto por la química, es de esos profesores que van más allá, casi 15 años después lo sigo nombrando cuando me preguntan el porqué de mi gusto por la química y las  ciencias exactas”.

Carlos Soto lo impulsó  para que estudiara en el Colegio Humanistico, una institución que combina las materias académicas regulares más  los Estudios Generales de la Universidad Nacional, (UNA).  

Su hermana Karolina Garro recordó que fue ese  profesor quien  le dio a  Martín los papeles para que realizara el trámite de admisión del Humanista, pero se le perdieron. Entonces una  vecina se los volvió a traer y afortunadamente, luego de hacer todas las pruebas, fue admitido, a pesar de que solo entran 30 nuevos estudiantes por año.

“Estudiar ahí me hizo madurar considerablemente y conocí grandes amigos y colegas que hasta el momento me acompañan en mi vida. Y finalmente mis estudios universitarios los realicé en la UNA”, agregó.

Posteriormente cursó  estudios de Química en la UNA,  la cosecha de éxitos no se hizo esperar, a los 21 años participó en un simposio en El Salvador y un año después estuvo durante varios meses en en San Carlos de Bariloche, Argentina,  en el Centro Atómico de Bariloche

.Cruzó el charco con tan solo 24 años, llegó a Bélgica gracias a una oportunidad que surge desde la UNA y la Unión Europea.

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Durante uno de sus paseos por el Viejo Continente.

Experiencia

Para este belemita lo más difícil de su estancia en Europa es el cambio cultural y especialmente el invierno, “con el tiempo uno se acostumbra pero los primeros días están llenos de mucha incertidumbre”, relató.

Respecto a su campo profesional, mencionó que está estrechamente relacionado a la investigación académica, “justo hace unos meses la UCR dio apertura a un laboratorio de investigación dedicado a la química cuántica”, indicó.

Sobre la sociedad del Viejo Continente admira la seguridad, el respeto y la paciencia.

“Algo impresionante es el sistema de transporte público, es muy puntual y eficiente. En las ciudades universitarias los adolescentes no apuntan por comprar carros cuanto antes, por el contrario la población en general trata de movilizarse por medio de bicicleta”,  confesó.

Pero una de los sentimientos que a este belemita le hace recordar sus  raíces  es la calidez de los latinos.

Aseguró que de Belén extraña a su familia y amigos, también la comida. Para diciembre del 2016 está planeando visitar a su parroquia, sin embargo la travesía por Europa aún no termina, le faltan al menos 3 años de estudio.  

En estos meses  aprovechó para viajar a  Holanda, Alemania, Hungría, República Checa, Eslovaquia, entro otros países del Viejo Continente.

El mensaje que este joven quiere dar a los belemitas de su edad es que están llamados a tomar espacios que les permitan desarrollarse de manera integral.

“El adultocentrísmo es una receta vieja, es necesario que los jóvenes y las jóvenes del cantón se incorporen desde distintas aristas sociales en la toma de decisiones de lo que sucede en el cantón. No es posible que cada vez se limiten los espacios para el desarrollo de la persona joven, una sociedad ordenada es aquella que educa y forma, no la que constantemente restringe”, sentenció.

Su familia    

Cuando los padres y hermanas de Martín hablan de este belemita no pueden ocultar el orgullo que hay en sus corazones, aseguran que es un joven decidido y  con una chispa especial.

“Martín siempre ha tenido muy claro la importancia de sus estudios, y siempre sacó tiempo para sus amigos, para la relación de pareja y  asi lo hacia”, relató su hermana Karolina.

También comentaron que este joven tuvo la oportunidad de jugar fútbol con los equipos grandes de este país, pero su amor por la química era más grande y decidió concentrarse en sus estudios.

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Allan Fuentes, cuñado. Karolina la hermana, Martín y Flory, esta es la familia del personaje del mes. 

 

“Todos mis hijos han tenido muy claro que nosotros siempre los hemos apoyado, económicamente es poco lo que podemos dar,  pero en cuanto a ayudarles en lo que fuera siempre íbamos a estar apoyando”,  dijo Flory González, madre de Martín.

“Es un campeón porque ha luchado, a veces no teníamos las cosas básicas para estudiar como una computadora, internet”, agregó González.

Por su lado el papá, Martín Garro Zumbado,  reconoció que les hace mucha falta la compañía de su hijo pero que recurren a redes sociales para mantenerse en contacto a la vez que recordó su lado más humano, como cuando lloraba al ver alguna película o escuchando una canción, especialmente “casas de cartón”, del venezolano Ali Primera.

Su familia  comentó que entre las muchas facetas de Martin está el lado musical, tocaba la batería, la guitarra, saxofón y violonchelo.

El futuro de este químico estaría fuera del país, al menos así lo afirmó su cuñado Allan Fuentes, “eso es por el nivel de sus estudios, es una persona muy preparada en el extranjero, yo solo espero que algún día nos invite a Europa”,  dijo entre risas.

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