marzo 28, 2024

Zaira Pérez Zumbado*

Cuando alguien se retrasa en el momento indicado para salir de viaje, sentimos tedio. Usted mismo (a) también habrá tenido que esperar en un consultorio, en un banco o en cualquier otra institución. En ese momento, deseamos tener cerca a un amigo (a) para conversar y acortar el tiempo.

A veces es difícil que se nos conceda ese anhelo; entonces, el celular se encarga de achicar el aburrimiento; aunque es peligroso usarlo en cualquier sitio porque puede quedar perdido o suelen arrebatarlo de nuestras manos y además en ocasiones, el mensaje que transmite es basura.

Hoy en nuestra sociedad, el celular tiene un lugar preferencial, a pesar de que es un objeto que carece de sentimientos. Asimismo, hemos dejado de lado otro ser que nos entretiene, nos educa y hace correr las horas: el libro, señor de más años y experiencia; el gran amigo de hombres y mujeres, que versa sobre temas múltiples para gusto de todo público y toda época.

Es tan importante, que se eligió un día para celebrarlo: el 23 de abril. Esta es una celebración de carácter internacional que se remonta a 1616, fecha en la cual por coincidencia fallecieron tres escritores que hoy son referencia universal: Miguel de Cervantes Saavedra, William Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega, aunque para otros el día de su muerte oscila entre el 22 al 24 de abril. Por ese motivo, esta fecha simbólica para la literatura universal fue escogida por la Conferencia General de la UNESCO con el propósito de promover la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual.

Si usted se dirige a un lugar donde sabe que la espera lo va a desesperar, déjese acompañar por un libro que es el mejor amigo en el que se puede confiar.

Fuentes: Jara Adelina, Biblioteca Museo Nacional, Dpto. de Proyección museológica. /

Wikipedia.

*La autora es escritora belemita.

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