marzo 28, 2024

Cholo Murillo. De Belén al Fútbol Internacional

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Cholo disputando un balón en las alturas.

  • Edición póstuma de la sección Personaje del mes, semblanza de Edgar ‘’Cholo’’ Murillo.

  • Cholo Murillo fue el primer belemita que destacó en el fútbol internacional.

Por Ulises Araya Chaves, con la colaboración de Edgar Murillo Campos.

Los belemitas más jóvenes lo recordamos como aquel señor de sombrero, que nos saludaba amablemente sentado en la mecedora del corredor de su casa, pero los de mayor edad siempre lo recordarán como  ‘’Cholo Murillo’’, el legendario futbolista de los años 40’s y 50’s del siglo pasado, que brilló en su amado equipo, el Club Sport Herediano y la Selección Nacional para luego dar el salto al fútbol internacional de la mano de los equipos mexicanos del Tampico y el León.

Estamos hablando de Edgar Murillo González, popularmente conocido en Belén como ‘’Cholo’’, apodo que heredó de su padre Guillermo “Memo” Murillo Moya.

Cholo, nació el 6 de setiembre de 1920 y creció en el puro corazón del distrito de San Antonio, precisamente a 100 metro al este de la plaza de deportes, en la esquina noroeste del actual Palacio Municipal y contiguo al antiguo Cine Murillo del que sus padres eran propietarios. El hecho de vivir tan cerca de la plaza de deportes, sin duda fue un factor para que Cholo, desde muy temprana edad, se volviera un amante del llamado deporte rey.

La práctica del fútbol la supo conjugar de niño con la asistencia a la Escuela España y en los deberes del hogar, donde nunca dejó de ayudar a sus padres con el negocio, del comisariato en el centro del pueblo, el cual contaba con una pulpería y cantina “La Central”, un salón de baile “El Seringa” y el ya mencionado  “Cine Murillo”, todo esto pese a que el niño Cholo era muy travieso.

Una de sus anécdotas de niño, fue el accidente que sufrió al estallar unas bombas y perseguidores que tenía en la bolsa de su pantalón, mismas que había robado de la casa de su tío político Ignacio Zamora, momentos antes de un juego de pólvora, para unas fiestas navideñas para los niños del pueblo. Este accidente le provocó una quemadura de tercer grado en el muslo de su pierna derecha, obligándolo a guardar cama durante 6 meses en la casa de su tía Rosa González, quien lo cuidó todo ese tiempo. La cicatriz de este incidente la llevaría de por vida e incluso luego contaría que esto le apenaba mucho cuando inició sus andanzas en el fútbol, hasta el punto de que sus amigos tenían que irlo a buscar y rogarle para que jugara con los equipos del cantón, por la razón de tener que ponerse las pantalonetas tan cortas que se usaban antes con el uniforme y mostrar la cicatriz que le apenaba.  

Su carrera en el balompié iniciaría en los equipos de barrio de la comunidad, donde se destacaría con el España. Quienes lo vieron jugar en ese tiempo ya vislumbraban el gran futuro que tendría el muchacho. A la edad de 16 años, y con el apoyo incondicional de su madre Teresa González Moya, pasa a jugar a las ligas menores del Herediano, donde al poco tiempo llega a formar parte del primer equipo de la institución a sus escasos 18 años.

Cholo
Con el Club Sport Herediano minutos antes de un partido en el viejo Estado Nacional. Fotografía de la Nación.

El Herediano de Cholo Murillo marcó toda una época, posiblemente muchos de los lectores no hayan escuchado los nombres de León Alvarado, Claudio Sáenz, Nano Campos, Edgar Quesada, Negro Esquivel, Chano Campos, Macho Esquivel, Ivo Arias, Felo García y Mario Murillo, pero lo cierto es que todos estos, junto a Cholo Murillo escribieron páginas doradas en el fútbol costarricense y se convirtieron en uno de los mejores cuadros que ha tenido el herediano en toda su historia.

El fútbol lo llevó a conocer diversos países, con el Herediano y con otros equipos de la Primera División que Cholo fue llamado a reforzar, como el Cartaginés en su gira a Honduras, el Orión para ir a Colombia, la Libertad  en su gira a México y la Liga Deportiva Alajuelense. Esta práctica de reforzar equipos, fue habitual en aquella época. Luego en 1946, sería llamado a la Selección Nacional de Costa Rica donde brilló como un excelente interior derecho (punta), dando cátedra de cómo se manejaba el balón con elegancia y gran velocidad.

En esos años luminosos y estando Cholo, en lo más y mejor de su carrera, dio el salto al fútbol internacional, fue contratado en 1947 por el club mexicano del Tampico del estado de Tamaulipas, ahí jugó cuatro años para luego dar el paso al San Sebastián de León-Guanajuato donde jugaría otros cuatro años más.

Al regreso de México es recibido con gran júbilo por los belemitas. Desde la autopista General Cañas a la altura de la Asunción de Belén, sus familiares, amigos y vecinos organizaron un gran desfile para recibirlo y traerlo  hasta el centro del pueblo donde lo esperaban sus padres muy orgullosos por la labor realizada como futbolista profesional.   

Luego de sus 8 temporadas en México, se retira vistiendo de nuevo la rojiamarilla de sus amores a sus 35 años, allá por el año de 1955.

Recuerdo memorable

El gol que marcó contra el Boca Juniors de Argentina el 1 de enero de 1953, en un partido que quedaría empate 1 x 1 y con un Estadio Nacional a reventar, es de los recuerdos más hermosos que se guarda de Cholo. Al día siguiente de ese encuentro, el seleccionador brasileño Otto Pedro Bumbell lo convoca una vez más a las filas del equipo patrio que conseguiría la medalla de oro en el Cuarto Campeonato Centroamericano y del Caribe de Fútbol (CCCF). Luego de este torneo, la Selección fue recibida por el Presidente de la República, Otilio Ulate en su propia casa..

Retirado del fútbol profesional, se casa a los 43 años con Bellanira Campos Méndez con quien tiene dos hijos: Edgar ‘’cholillo’’y Guillermo “five”.

Su vida tranquila como padre de familia y empresario de transportes no lo detuvo para continuar jugando al fútbol de manera recreativa. Incluso muchos lo recuerdan ya entrado a sus 75 años mejenguiando en la finca de recreo del ANDE con el equipo de pensionados de la filial del Sindicato.

A la edad de 84 años una bronconeumonía, agravada por la enfermedad de Alzheimer que tenia rato de padecer, le causa la muerte un 9 de agosto del 2005, dejando un gran legado en el cantón, que aún hoy lo recuerda con mucho cariño como el primer belemita que destacó en el fútbol internacional.

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